(Río Grande, marzo 9 de 2011) – Haciéndose eco de los numerosos y airados reclamos de viajeros que padecieron el maltrato del control migratorio chileno en San Sebastián y Monte Aymond durante el fin de semana largo, el gobierno de Tierra del Fuego informó hoy que se intercedió ante el Cónsul chileno en Ushuaia para “analizar la situación”.
El informe brindado vía gacetilla parece apuntar a culpar estrictamente a los organismos chilenos de haber roto algún acuerdo de dudosa existencia al “adelantarse” en la implementación.
Quedan serias dudas acerca de si hubo algún tipo de descoordinación o en realidad desde Chile se ha puesto en marcha un nuevo sistema del que las autoridades fueguinas argentinas no tenían siquiera noticias.
Lo cierto es que, una vez más, la actitud ha sido deslindar culpas, mientras la prometida mejora en el control fronterizo parece cada vez más lejana.
La información de prensa cursada hoy a los medios afirma que “La subsecretaria de Relaciones Internacionales de la Provincia, Carolina Lavori, se reunió con el Cónsul General de Chile en esta capital, Francisco Gormaz Lira, para analizar la situación en relación a los inconvenientes suscitados durante los últimos días en el Paso San Sebastián”
Según se supo, la causa de las demoras y los inconvenientes estuvo fundada en la inoportuna decisión del gobierno trasandino de implementar un nuevo sistema de control, actualizando sus bases de datos, precisamente en días en que el tránsito fronterizo se multiplicaba por el feriado extendido en nuestro país.
Sin hacer mención a ninguna iniciativa para coordinar acciones en la gestión migratoria (como se había prometido al comienzo del verano) el parte oficial consigna que “Se solicitó al cónsul general que cualquier cambio en la modalidad operativa que Chile establezca para sus puestos fronterizos, sea dado a conocer con la suficiente antelación tanto al Gobierno provincial como a los organismos de competencia”
Similar pedido fue elevado por la funcionaria a la Dirección de Límites y Fronteras del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, que de manera inmediata tomaron contacto con la Cancillería Chilena.
La insólita explicación
A pesar de que en numerosas oportunidades el gobierno de Tierra del Fuego había asegurado que se trabajaba en coordinación con el gobierno de Chile para implementar el control conjunto unificado en frontera, ante este nuevo inconveniente, se brinda una explicación que apunta a deslindar completamente responsabilidades y acusando a los chilenos de tomar una iniciativa inconsulta, sin informar a los funcionarios argentinos.
El parte oficial, informa textualmente:
“El nuevo sistema de control migratorio implementado por el vecino país, consiste en elaborar una base de datos a través de la digitalización de la documentación, con el objetivo de optimizar la información”.
“La puesta en marcha de esta modalidad, es el resultado de las negociaciones llevadas a cabo entre ambas Cancillerías, en las que acordaron llevar adelante un control integrado en los principales Pasos de vinculación, como Cristo Redentor, San Sebastián e Integración Austral”.
“La implementación del sistema estaba prevista en el mediano plazo, pero Chile estimó necesario realizar pruebas pilotos en el Paso San Sebastián a partir del jueves 3 de marzo, sin prever el alto tránsito fronterizo tras los feriados nacionales argentinos coincidentes en esa fecha”.
“Según información transmitida por Punta Arenas, no se volvería a implementar al menos hasta fines del marzo este nuevo sistema, considerando el próximo feriado argentino”.
“Por su parte, el Cónsul Francisco Gormaz Lira destacó que es fundamental el intercambio de información entre los organismos que operan en ambos pasos”.
En definitiva, está claro que se estä hablando en idiomas muy distintos, que el control integrado probablemente no esté en los verdaderos planes de ningún funcionario (ni argentino ni chileno) y que el trato desconsiderado, tortuoso, abusivo y vejatorio seguirá siendo el precio a pagar para transitar por la frontera.
Muy a pesar de las declaraciones demagógicas y las reuniones para la foto que se suceden semana a semana, sin resultado alguno.