Una nueva compañía de Massachusetts está lanzando un dispositivo que transforma casi cualquier bicicleta en un vehículo híbrido mediante el uso de una aplicación en un teléfono multiuso.
El dispositivo, llamado la Rueda de Copenhague, se instala como parte del mecanismo central de la rueda trasera e incluye una computadora especial, baterías y sensores que monitorean con qué fuerza pedalea el ciclista, y activa un motor incorporado cuando hace falta fuerza adicional.
El aparato se comunica con el teléfono multiuso de manera inalámbrica para registrar la distancia recorrida, la altura alcanzada, la cantidad de calorías consumidas y asegura la bicicleta de manera remota tan pronto como el usuario se aleja de su bici.
«El motor se integra muy bien con el pedaleo del ciclista», dijo Assaf Biderman, coinventor del dispositivo en el SENSEable City Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), del que es subdirector. «Es casi como tener montar con otra persona, lo que hace el paseo más fácil y simple».
La combinación de la fuerza de la rueda y la energía del ciclista puede hacer que el ciclista promedio avance «casi a la velocidad de un atleta del Tour de Francia», dijo Biderman, fundador de Superpedestrian Inc., de Cambridge, Massachusetts, que aseguró la licencia exclusiva del MIT.
La Rueda de Copenhague genera suficiente fuerza como para impulsar a un ciclista a un máximo de 60 kilómetros por hora (37,28 mph), pero sus creadores han incluido límites en el software para respetar los límites locales de velocidad, que de hecho desconectan el motor una vez que el vehículo llega a 32 kmh (20 mph) en Estados Unidos y 25 kmh en Europa.
Las primeras mil unidades del dispositivo quedaron a la venta en el sitio de Superpedestrian este mes. Dos semanas después se ha vendido por lo menos 810 unidades, a 699 dólares, en su mayoría a clientes en Estados Unidos. Otros pedidos se despacharon a Europa, Australia, Kenia, Madagascar y otros países. Se planea que las entregas comenzarán a principios del próximo año.
Los usuarios reciben una rueda ya preparada que instalan en su bicicleta. Las baterías son recargables.
Un informe reciente de la compañía Navigant Research, especializada en asesoría en materia de energía renovable, calculó que los ingresos mundiales de las bicicletas eléctricas aumentarán de 8.400 millones de dólares este año a 10.800 millones en 2020, impulsado en parte por el deseo de una alternativa viable a vías cada vez más congestionadas.
En Estados Unidos, la tendencia se refleja en las cifras del censo que muestran que la cantidad de personas que van al trabajo en bicicleta aumentó 60% en el decenio concluido en 2010.
Fuente: AP.
Comentarios