Hacia fines de octubre Motorola sorprendió al echar luz sobre Project Ara, una iniciativa inscripta en lo que se conoce como “telefonía modular”. La firma, propiedad de Google desde 2011, informó que trabaja hace más de un año en esta modalidad que propone que el usuario sea quien de forma a su teléfono uniendo módulos individuales los cuales, en conjunto, dan forma al smartphone. No se trata de un juego sino de un proceso de plena personalización de la tecnología. En tal sentido, el movimiento también puede ser descripto como una apertura del proceso de ensamblado de los teléfonos, instancia que dejaría de estar restringida a las plantas industriales para pasar a manos de los usuarios. El comunicado define contundentemente esta modalidad: un sistema abierto de hardware, análogo a los softwares open source.
Asimismo, si la industria se acoplase definitivamente a la telefonía modular asistiríamos a un interesante cambio de paradigma en las lógicas de actualización, ya que podríamos añadir ciertos elementos de hardware a nuestros equipos sin la necesidad de comprar uno nuevo y desechar el actual, ya obsoleto por sus componentes.
La llegada de este nuevo paradigma puede estar más cerca de lo que muchos creíamos. En una entrevista publicada en YouTube y difundida por la agencia Europa Press, el CEO de Motorola, Dennis Woodside, afirmó que ya tienen casi listo el primer prototipo desarrollado bajo los parámetros modulares. Motorola cuenta que trabajan en dos tipos de bloques. Por un lado están los módulos: uno es la batería, otro corresponde a la pantalla, otro al procesador, etc. Por el otro, el endoesqueleto, el cual aparece como la carcasa en donde irán ensamblados los módulos. Además de la ficha técnica de los equipos ensamblado, aparecen los niveles de customización en términos estéticos: colores, motivos, diseños, etc.
Esperamos ver estos «smartphones democráticos» pronto.
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