Google, la ecléctica firma célebre por su buscador web, también ensaya pasos en la industria automotriz. Hacia el año 2010, los de Montain View presentaron una flota de Toyota Prius capaces de circular sin la participación directa de un ser humano en la butaca de conductor. No es ciencia ficción, tampoco magia: mediante la planificación de ruta estos automóviles conjugan el uso de sensores, tecnología láser, softwares de navegación y cámaras para reconocer señales y detectar objetos que pasan a su alrededor.
Tras acumular kilómetros en período de pruebas (afirman que han recorrido sin registro de accidentes en una distancia superior a la que existe entre la tierra y la luna) los self driving cars de Google aceleraron por primera vez en forma oficial en la vía pública, en Nevada, Estados Unidos, con el aval de una norma emitida por las autoridades de aquel Estado. Según afirman desde la compañía, el dedicado trabajo en este área se apoya en la creencia que la tarea más importante de las computadoras en las próximas décadas será conducir automóviles y que ello ayudará en la reducción de accidentes viales, que aliviará embotellamientos, que traerá salud ambiental y que, en definitiva, representará un gran avance para los usuarios. En paralelo, Chris Urmson, líder del proyecto, había afirmado en el blog oficial de Google que uno de los objetivos de este tipo de tecnologías es que las personas puedan ser más productivas dentro de sus automóviles. En esta línea, afirmaba: “Por el momento, los pasajeros deben mantenerse en el asiento de conductor y tomar el control del automóvil de ser necesario”.
¿Los robots conducen mejor que el ser humano?
En el marco de RoboBusiness 2013, una serie de conferencias aplicadas a la robótica que tuvieron lugar recientemente en Santa Clara, California, Urmson afirmó que los vehículos autónomos de Google presentan métricas superiores en términos de seguridad en relación a la performance de pilotos profesionales al volante. Dijo, además, que los análisis determinaron que los humanos aceleran y frenan más bruscamente en comparación con el sistema autónomo, y que este último mantiene una adecuada distancia de seguridad con el vehículo que le sigue en el camino.
Según afirma Technology Review, estas conclusiones se desprenden de dos estudios que evaluaron el desempeño de estos vehículos en las calles de California y Nevada. “Estamos evaluando diversos modos de llevar esta tecnología al mercado”, deslizó Urmson, que además admitió que mantiene contacto regular con firmas del sector automotriz. Sin embargo, la gran barrera para que veamos en las calles vehículos sin un humano al volante son las regulaciones que rigen en los diversas regiones del mundo. Las mencionadas California, Nevada y también Florida ya han ajustado sus leyes. Vale recordar que meses atrás el sitio Jalopnik había informado que uno de los Prius había colisionado por detrás a otro vehículo, indicando que el error correspondía al sistema informático aplicado a estos vehículos. Por entonces, Google salió a desmentir el rumor en Business Insider diciendo que el accidente efectivamente había tenido lugar, aunque éste había ocurrido cuando un ser humano conducía el automóvil en modo manual.
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