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El lujoso e imponente crucero National Geographic llegará a Ushuaia el 8 de este mes

El crucero National Geographic Explorer, de 112 metros de eslora, recaló el miércoles en Puerto Deseado, en el marco de un derrotero turístico que finalizará en Ushuaia el 8 de noviembre. A bordo viajan 150 pasajeros de nacionalidad norteamericana y varios científicos. Estos últimos tienen como objetivo realizar estudios sobre aspectos naturales de cada punto de la ruta Atlántica.

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El barco de expedición y turismo inició el viaje en Buenos Aires. Ahora se encuentra en rumbo hacia los fiordos chilenos, previendo navegar cerca de las costas de Torres del Paine, para luego recorrer los canales fueguinos y culminar su recorrido en Ushuaia el día 8.

En su recorrida, el capitán Oliver Kruess, ofreció gentilmente una visita guiada a pocos invitados especiales y periodistas remarcó y se mostró sorprendido por el hecho que en Argentina se haya creado un Parque Nacional Acuático Marino, ya que es algo que “no se ve normalmente” y principalmente porque “nosotros tratamos de generar conciencia de la conservación no sólo en la tierra sino también en el ambiente marítimo, e incluso este buque cumple con normas de seguridad y de prevención de la contaminación”.

Paralelamente, reveló que “desde la National Geographic se está buscando actualmente promover la construcción de un Parque Nacional Acuático en las Islas Malvinas para la preservación de la fauna y que no solamente se busque la explotación petrolera como sucede en este momento”.

Otros cruceros podrían emular ruta

Desde el punto de vista técnico el crucero puede llevar hasta 150 pasajeros, además de 89 tripulantes y 15 expedicionarios, encargados de explicar a la gente la parte técnica y biológica de lo que vieron durante el día.

Por tratarse de viajes meramente investigativos, en el interior del buque no hay casinos ni lugares para bailar. En lugar de ello uno de los principales atractivos es una biblioteca totalmente vidriada y posee una vista panorámica de 360 grados.

Además, posee un salón especialmente diseñado para reunirse hasta tres veces por día y participar de charlas en las que los naturalistas, geólogos, historiadores, buzos y fotógrafos de la National Geographic explican a los pasajeros lo que han visto durante las visitas y también los preparan para lo que verán al día siguiente.

El capitán reveló que desde 2014 tratarán de realizar al menos dos veces en el año, es decir cuando comienza la temporada antártica y cuando finaliza, aunque debido a la gran competitividad que existe entre este y otros cruceros, Kruess cree que no va a pasar mucho tiempo en que otros hagan el mismo derrotero.

Seis en el mundo

Cabe mencionar que el barco constituye una plataforma logística para la National Geographic, ya que los fotógrafos, camarógrafos e investigadores eventualmente se ven interesados en conocer más acerca de los lugares que visitan y desde la empresa quizás se los envíe nuevamente (en forma particular) para que continúen las investigaciones y la promoción de los destinos.

En total son seis los barcos bajo el nombre de National Gographic, de los cuales dos se encuentran actualmente en las Islas Galápagos, dos en las costas de Panamá y otro está realizando una expedición desde Australia al sur del Pacífico, además del que se encontraba en Deseado, cuyas características son similares.

Este último tiene previsto arribar el 8 de noviembre a Ushuaia y permanecerá en el puerto hasta fines de marzo, desde donde realizará doce viajes de ida y vuelta. Para ello cuenta con un refuerzo especial para el hielo, que permite romperlo y quitarlo del camino.

“Nadie quiere bajarse”

Al ser consultado sobre el eventual caso que algún pasajero pueda arrepentirse respondió con una sonrisa indicando que “cuando hay tormentas fuertes, algunos pasajeros se muestran nerviosos y prefieren no cenar. A ellos se les recomienda acostarse en los camarotes y tomar una taza de té, pero les puedo asegurar que nadie quiere bajarse en algún puerto y retornar a sus hogares”.

“No hemos tenido casos de gente que se enferme a bordo, pero hay quienes se marean y son atendidos por el médico de a bordo”, detalló Kruess, al tiempo que a modo de broma señaló que “la mejor cura para el mareo es sentarse abajo de un árbol, que es lo único que no podemos brindar”.

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