Nos toca a nosotros, los abogados, dignificar esta bendita y digna profesión de abogar, que muchas veces por nosotros, los abogados, no es honrada como corresponde…
Nos toca a nosotros, los abogados, con valentía y activismo, con responsabilidad y cabal conciencia, contribuir a la sagrada misión de dar a cada uno lo suyo, porque de eso se trata la Justicia…
Nos toca a nosotros, los abogados, por haber sido capacitados en el conocimiento y en el arte de las normas, de las conductas y de los valores, instalar la Voluntad de Constitución en todos los ámbitos de la vida social…
Nos toca a nosotros, los abogados, velar por la fuerza normativa de la Constitución, contenedora del pacto organizativo supremo de convivencia y el proyecto de vida de nuestra sociedad, en la que se funda la legitimidad tanto fundacional como de ejercicio de los poderes y libertades. Porque es suprema y obligatoria para todos, y está por encima de todas las normas y todos los actos, derivados de las autoridades públicas y de los particulares….
Nos toca a nosotros, los abogados, ser instrumentos hacedores de la paz social, ser grandes pacificadores sociales, en pequeñas y en grandes causas, en causas justas, por aquéllo de que sin verdad y sin justicia, no es posible una paz duradera…
Nos toca a nosotros, los abogados, desde el ejercicio de la profesión, desde la magistratura, desde la docencia, desde la función pública, desde el periodismo,desde la política, o desde el rol que esta polifácetica profesión nos permite, defender a ultranza el Estado de Derecho, que se construye necesariamente a partir del cumplimiento de las leyes, de un sistema de garantías que opere y sobre todo de un poder judicial independiente…
Nos toca a nosotros, los abogados, ejercer de manera inclaudicable y constante, el control de constitucionalidad, asegurando el respeto de nuestras leyes fundamentales, desde el llano- soberano y desde la función pública-servicio, porque así nos enseñaron…
Nos toca a nosotros, los abogados, ser soldados de la patria, auxilio de la justicia, mediadores de la paz y defensores de la Constitución, para que los ciudadanos puedan dormir tranquilos, porque siempre habrá un abogado honesto que los ampare, aún con su propia vida, frente a los avances de la arbitrariedad, del despotismo y de las inequidades, provengan de donde provengan, y aún cuando provengan desde quienes se hacen llamar abogados…
Nos toca a nosotros, los abogados, saber, que no es posible servir a dos patrones al mismo tiempo, a Dios y al dinero, y que el libre albedrío con el que fuimos dotados, nos permite siempre elegir, recordando que cuando nacemos y cuando morimos en esta vida, lo hacemos desnudos…
Nos toca a nosotros,los abogados abogar….abogar…abogar…por la verdad, por la libertad, por la justicia, por la solidaridad, por la paz y por la anhelada unidad nacional de los argentinos…
Nos toca a nosotros,los abogados, amar nuestra profesión, de manera que como dice Eduardo Couture, en su décimo mandamiento, el día en que nuestro hijo nos pida consejo sobre su destino consideremos un honor el proponerle que se haga abogado…
Elevando una plegaria a Dios, fuente de toda razón y justicia, para que cada día amemos más nuestra profesión de abogados,honrando el oficio que elegimos, como instrumentos de la paz, defensores de la verdad y de la libertad y guardianes de la Constitución,en pos de las causas justas.Abogando…abogando y abogando,con infinita paciencia…hasta el último aliento. Isabel Grillo. (*)
(*) Abogada.Juez en lo Civil y Comercial de la Sexta Nominación de la Ciudad de Resistencia,Provincia del Chaco.Docente Adjunta de la Cátedra A de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas de la UNNE
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