Este miércoles se celebra otro aniversario de la Bolsa de Comercio y seguramente la presidente dará su habitual discurso en ese lugar. La reglamentación de la ley aprobada rápidamente entrará en vigencia con algunas luces y muchas sombras.
El artículo que genera mayor incertidumbre es el que se incluyó a último momento, el cual establece que a pedido de un accionista minoritario que sospeche que las conductas del accionista mayoritario lo afecten puede hacer la denuncia ante la CNV y ésta proceder a intervenir la empresa por 180 días.
Por supuesto que esta medida es apelable, solo que la instancia de apelación es el Ministerio de Economía. Es obvio que la reglamentación pondrá blanco sobre negro como será el tema operativo, pero sin duda se comenzará a realizar un mayor control sobre las empresas.
Lo cierto es que es difícil pensar cuál es el incentivo que aporta esta ley a que un empresario utilice el mercado de capitales de Argentina, con una ley que solo autoriza a mayores intervenciones de la CNV. Y ese es el problema ya desde hace años, pero desde que se aprobó la ley tal como está, el mercado de capitales es cada vez más el mercado sin capitales.
Confianza para invertir.
El mercado de capitales es un instrumento muy poderoso para conseguir financiamiento para las empresas como también una oportunidad para canalizar los ahorros de la gente. Lo cierto es que hoy el tamaño es insignificante y solo sirve para financiar operaciones de muy corto plazo, como ser el descuento de cheques.
La emisión de obligaciones privadas son solo dejadas a grandes empresas, con bajos montos y plazos cortos.
Ahora que la CNV va a tener más poder, los potenciales inversores tendrán sus ahorros estarán efectivamente más protegidos: la respuesta es que no. Ocurre que los mercados autorregulados como lo era la Bolsa y el Merval, pueden efectivamente generar situaciones que perjudiquen al ahorrista más pequeño como sucedió en Estados Unidos, pero lo cierto es que la historia argentina muestra que los mercados regulados son los que no han cumplido las reglas (bancos con Bonex 89, pesificaciones, etc.) mientras que la Bolsa siempre cumplió sus contratos.
Es decir, esta ley regula al mercado que cumplió sus obligaciones y les pone una regulación que históricamente la Argentina no cumplió. Es raro.
La ley pretende copiar avances de la legislación internacional donde se pretende seguir construyendo el mercado de capitales y evitando sus abusos. Pero no es claro que ese sea el objetivo que se persigue en la Argentina. Veremos si lo logra a través de su reglamentación. Pero de seguir la confianza actual con el equipo económico, es un mercado que cada vez dispondrá de menos capitales.
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