A primeras horas de la mañana llegaron a Roma los participantes en la marcha, a la que también se adhirió la formación opositora Italia de los Valores (IDV), liderada por el ex fiscal del caso Manos Limpias contra la corrupción política, Antonio Di Pietro.
Según los organizadores, se dispusieron 18 trenes especiales y más de 1.500 autocares para permitir la llegada a Roma de los manifestantes.
Divididos en dos marchas -una liderada por el secretario general del PD, Pier Luigi Bersani, que partió de plaza República, y otra de plaza de los Partisanos encabezada por la presidenta de la formación, Rosy Bindi- los manifestantes recorrieron las calles de Roma y confluyeron ante la basílica de San Juan de Letrán.
Allí, los organizadores habían montado un escenario para que los líderes demócratas pudieran dirigirse a los manifestantes y en el que actuaron numerosos artistas.
Las marchas avanzaron de forma pacífica bajo el eslogan «Con la Italia que quiere cambiar» y al son del canto partisano «Bella Ciao», mientras los asistentes portaban banderas con los colores del PD, el rojo y el verde, y pancartas con lemas como «Italia cambiará y Berlusconi a la cárcel irá» o «Está podrido, tirémoslo abajo», en alusión al Ejecutivo italiano.
Otros carteles hacían referencia a los supuestos escándalos sexuales en los que se ha visto implicado Berlusconi en los últimos meses.
«Aquí está la Italia del mañana», manifestó Bersani ante los medios de comunicación.
Por su parte, Rosy Bindi se mostró segura de que la votación del próximo martes en la Cámara de los Diputados supondrá el fin del actual Ejecutivo.
En la manifestación también estuvieron presentes trabajadores del mundo de la cultura, que protestaron por los recortes previstos por el Ejecutivo en ese ámbito y las precarias condiciones laborales en las que muchos de ellos se encuentran.
Otro de los líderes del PD y ex secretario general de la formación, Walter Veltroni, aseguró que «en un mundo de votos que se cuentan y se venden, una conclusión trágica y grotesca de la temporada parlamentaria, existe un mensaje de esperanza positivo como sucede siempre que los ciudadanos hacen oír su voz».
Veltroni se refirió así al escándalo sobre la supuesta compra de votos por parte de Berlusconi en la Cámara de los Diputados para asegurarse los apoyos necesarios para superar la moción de censura del próximo martes.
El jefe del Gobierno italiano perdió la mayoría absoluta en este hemiciclo el pasado verano, al escindirse del Pueblo de la Libertad (PDL) el grupo parlamentario Futuro y Libertad (FLI), liderado por su ex aliado Gianfranco Fini, tras su expulsión de la formación gobernante.
Fuente: EFE