«Fue un atentado contra mi vida», dijo Jonathan Huerta, el propietario de la radio de Frecuencia Modulada Paraíso 42, que fue quemada intencionalmente ayer por la madrugada.
El comunicador social estaba durmiendo en el interior del edificio –ubicado en el casco urbano de esta localidad, sobre calle Cerezos y a una cuadra y media del municipio local– y alcanzó a despertarse a las 5.30, rodeado por el humo y las llamas. Los bomberos llegaron rápidamente y lograron apagar el incendio, aunque las pérdidas son significativas.
Testigos del hecho dijeron haber visto a esa hora a dos hombres espiando por una ventana y que luego se habrían alejado «en un automóvil Gol o un Mitsubishi rojo».
Al parecer, para lograr su cometido arrojaron combustible y también dejaron una cubierta ardiendo, colgada de una abertura. La policía tomó la denuncia y además registró una ronda de declaraciones de los vecinos.
Sobre las sospechas, el propio Huerta refirió a que «en los últimos días tuve una amenaza directa de un abogado, y la hizo al aire en el estudio» y también a que «estuvimos denunciando el trabajo en negro de obreros contratados en una obra en construcción, donde además surgió el tema de la trata de personas y la prostitución».
El hecho impactó fuerte en la comunidad de toda la Comarca Andina en el Día del Periodista, que rápidamente se solidarizó con el damnificado a través de diversas vías de expresión.
Por su parte, el intendente Mirco Szudruk dijo que «no estamos acostumbrados a que nos pase una situación como ésta y le pedimos a la justicia que este hecho se esclarezca. Esta emisora nunca estuvo de un lado en particular, ni en política ni en religión, es un daño hacia toda la localidad y un atentado directo hacia la persona de su propietario».
El propio Huerta relató a «Río Negro» que «fue una situación extrema y tremenda, me desperté en medio del humo. En la cocina vi fuego y escuché explosiones, había un líquido encendido y alcancé a salir como estaba, en la abertura de la ventana vi una cubierta que ardía».
«Como pude avisé a los bomberos y llegó un vecino que me ayudó, porque casi no podía respirar, fue un momento terrible, sentí que mi vida estaba en peligro. Más que contra la radio, fueron contra la vivienda, sabiendo que yo vivo acá».
Sobre las razones del atentado, Jonathan Huerta las atribuyó a «un mensaje mafioso, fueron directamente contra mi vida. No puedo acusar directamente a alguien, pero puedo sacar conjeturas, porque fueron varios temas que estuvimos desarrollando en la radio en los últimos días, desde la trata de personas a contrataciones en una empresa de la construcción; más una carta documento en que nos calificaron de pseudo periodistas».
Se refirió luego a «un abogado que me increpó en vivo en la radio, señalándome con el dedo ante varias personas. Otra cuestión está referida a la polémica por el cerro Perito Moreno y nuestro posible traslado a El Bolsón. Era el último día de transmisión desde El Hoyo».
(diario Río Negro)
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