Las hormigas coloradas, famosas por su dolorosa mordedura, podrían esconder la clave para el desarrollo de robots excavadores capaces de trazar túneles para rescatar a las víctimas atrapadas bajo los escombros.
Un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, EE.UU., cree que estos nuevos hallazgos sobre su particular locomoción podrían inspirar a los ingenieros para la construcción de robots de búsqueda y rescate automatizados diseñados para el rescate de víctimas humanas atrapadas bajo tierra o escombros.
Los científicos han estado estudiando el desplazamiento de las hormigas coloradas (también llamadas ‘de fuego’) a través de sus hormigueros, algunos de ellos con capacidad para 100.000 especímenes, y han prestado especial atención a su capacidad de evacuarlos en minutos en caso de inundaciones o ataques de depredadores.
Entre los ‘principios fundamentales’ de las hormigas en lo que concierne a la excavación, los científicos han encontrado que estos insectos construyen túneles cuyo diámetro es similar a la longitud de sus cuerpos, lo cual los ayuda a evitar resbalones y caídas y reduce la necesidad de un procesamiento neural complejo.
Nick Gravish, estudiante de posgrado del Departamento de Física, llegó a esta conclusión luego de variar el material y la humedad del terreno en los hormigueros artificiales que se usaron para el experimento. Mientras que estas variables afectaron el volumen de los túneles construidos y la profundidad de excavación, los diámetros de los túneles se mantuvieron constantes.
Una colonia real de robots
El trabajo, publicado por la revista científica ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, señala que el algoritmo para el diseño de los robots de rescate imitaría el comportamiento de las hormigas en busca de pasajes seguros en las entrañas de un hormiguero. Esta habilidad ayudará a los futuros robots a buscar y encontrar personas con vida, atrapadas bajo los escombros tras terremotos o el colapso de edificios.
«Los obstáculos de las hormigas, en principio, no se diferencian de aquellos a los que el robot tendrá que hacer frente. Por lo tanto, tienen que moverse muy rápidamente mientras se abren paso de manera estable y segura. Si queremos crear un robot excavador, podemos tomar los principios básicos del funcionamiento de las hormigas», explicó Michael Goodisman, jefe del equipo de investigación.
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