Hasta las 18 horas de este domingo, la Dirección de Tránsito del Municipio de Río Grande secuestró en total 40 vehículos, 16 de los cuales fueron por alcoholemia positiva en sangre. De estos operativos tomaron parte además, efectivos de la Policía de la Provincia y de la Dirección Provincial de Tránsito y Transporte.
“Durante los días viernes, sábado y domingo, el Municipio de Río Grande, a través de la Dirección de Tránsito dependiente de la Secretaría de Gobierno, secuestró 40 rodados en total, 16 de los cuales lo fueron por encontrarse alcoholemia positiva en sangre en sus conductores”, detalló el director General de Inspección General del municipio, José Díaz, quien encabezó estos operativos.
El funcionario municipal agregó que “de estos secuestros, 14 lo fueron por falta de documentación -falta de licencias y seguros-, 2 por negarse al control de alcoholemia de los cuales 1 estaba inhabilitado; 7 por emisión sonora superior a 95 decibeles y 1 por violar la luz roja de los semáforos”.
Díaz recordó que en la oficina de Tránsito -Estrada 770- “los vecinos pueden acercarse para que puedan medir cuántos decibeles producen los motores de sus vehículos”.
El director General de Inspección del municipio precisó que en total hubo 614 vehículos controlados, que incluyen también trabajos de concientización “en donde se detiene a los vehículos y se les brinda información y consejos sobre el tránsito a los señores automovilistas. El total de actas de comprobación labradas fue de 95 y pipetas sopladas hubo 275, esto es, test de alcohol en sangre”.
11 secuestros durante la semana
Por otra parte, también hubo operativos de tránsito en los días de semana, los cuales arrojaron 11 secuestros, 1 de ellos por alcoholemia positiva en sangre, según detalle brindado por Díaz.
Consultado si se registró algún incidente, el funcionario municipal comentó que “hubo dos escapadas de automovilistas que evadieron el control, pero sin ningún riesgo para la integridad física de los inspectores de Tránsito”.
Agregó que el Municipio continuará con los controles durante toda la semana en la zona de los establecimientos fabriles, especialmente en los horarios de cambio de turno.
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