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“Necesitamos que los legisladores miren para el lado de los estudiantes”

En una entrevista en ((La 97)) Radio Fueguina, Luis Galindo, referente de la Fundación Volver a Casa, expresó su esperanza en el avance del programa “Acortando Distancias”, que busca ofrecer descuentos en pasajes aéreos para fueguinos que estudian en el resto del país.

La Fundación Volver a Casa pide que los legisladores presten atención a la problemática de los jóvenes que enfrentan arduos obstáculos económicos para poder viajar y regresar a sus hogares.

Luis Galindo, referente de la fundación que aglutina a los padres, compartió su perspectiva sobre el proyecto “Acortando Distancias”, nombrado así por el legislador Raúl Von Der Thusen, quien tomó el reclamo, y la necesidad de implementar beneficios en los pasajes aéreos.

Galindo expresó su esperanza por los recientes movimientos en la Legislatura respecto a este proyecto, que comenzó a gestarse hace un año y medio. “Se ha cambiado el nombre, y ahora se llama Acortando Distancias. Es un beneficio que estamos pidiendo desde hace tiempo, dirigido a los estudiantes que viven fuera de la provincia”, comentó en entrevista en ((La 97)) Radio Fueguina.

Este cambio de enfoque busca ofrecer ayuda no solo a los jóvenes que estudian en otras localidades, sino también a sus familias, que enfrentan la dificultad de sostener sus estudios en medio de una crisis económica creciente.

Impulsado ahpra por el legislador Raúl Von Der Thusen, el programa se centra en obtener una reducción en los costos de los pasajes aéreos, un gasto significativo que los padres tienen que afrontar cada vez que sus hijos regresan a casa o viajan por motivos académicos. “El punto clave es obtener un beneficio en los pasajes aéreos”, subrayó Galindo.

La realidad es que los precios de los boletos son extremadamente variables y dependen de la antelación con la que se compren. “Un pasaje que se compra de urgencia puede costar entre 500.000 y 800.000 pesos, pero si se adquiere con tiempo, podría reducirse a la mitad”, explicó.

Sin embargo, la incertidumbre en el calendario académico dificulta que los estudiantes reserven con antelación. Frecuentemente se encuentran en una encrucijada, ya que sus fechas de exámenes no les permiten planear con anticipación, lo que incrementa su carga económica.

Galindo también hizo hincapié en que el año pasado muchos estudiantes no pudieron regresar a sus hogares durante las vacaciones de invierno. “Sabemos que los chicos pasan años sin poder volver, y esto repercute en la economía de sus familias. Es un esfuerzo compartido”, añadió, enfatizando que el apoyo legislativo en este tema es crucial para aliviar las tensiones económicas que los padres enfrentan.

La Fundación señala que se estima que entre 1.500 y 2.000 estudiantes de la provincia están cursando sus estudios en otras partes del país, lo que muestra la magnitud del problema. “Muchos dependen del trabajo de sus padres, ya que aquellos que estudian no tienen tiempo para trabajar. Algunos incluso realizan pequeñas actividades como vender tortas o huevos de Pascua para ayudar en sus gastos”, precisó el referente.

Con el costo de vida en constante aumento y la situación laboral complicada, las familias se ven cada vez más ahogadas. “No alcanza para cubrir el alquiler, los alimentos y los otros gastos que conlleva la vida de un estudiante”, comentó Galindo, reflejando la angustia de muchas familias que luchan por mantener la educación de sus hijos lejos de casa.

“Necesitamos que los legisladores miren para el lado de los estudiantes”, remarcó Galindo.

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