Desde noviembre de 2024, los monotributistas de Tierra del Fuego enfrentan un problema crítico: aunque la ley les exige pagar una obra social, ninguna de las 36 inscriptas en el registro nacional ofrece cobertura en la provincia.
Santiago David, contador matriculado y representante del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, explicó en Radio Fueguina que la situación afecta a quienes se inscribieron en el monotributo a partir de octubre del año pasado. «El problema básicamente es que desde octubre de 2024 se estableció un decreto presidencial que las obras sociales que quieran prestar servicios de salud a los monotributistas debían inscribirse en un registro», señaló.
Antes del cambio normativo, los contribuyentes podían elegir entre más de 200 opciones, muchas con presencia en la provincia. Sin embargo, el nuevo sistema redujo drásticamente las alternativas. «A hoy arrancó con un listado de 10 obras sociales, pero bueno, a 23 de abril hay 36 obras sociales en todo el territorio nacional que están inscriptas para brindar servicios de salud a los monotributistas. Ninguna de esas 36 obras sociales brinda servicios de salud en Tierra del Fuego», afirmó David.
El contador detalló que, al contactar telefónicamente a cada una, confirmaron la falta de prestaciones en la región. «Todas nos manifestaron que en Tierra del Fuego no brindan servicios. Son obras sociales sindicales, capaz que no de tanto tamaño como una que uno puede conocer. Entonces, brindan servicios de salud geográficamente donde ellos están radicadas», explicó.
La situación se agrava porque los monotributistas no pueden optar por no pagar la obra social. «En el trámite impositivo tienen la obligatoriedad de sí o sí aportar una obra social y sí o sí aportar un aporte jubilatorio. No tienen la opción de decir, bueno, si no tengo cobertura de salud, no la pago», remarcó David. Además, una vez elegida una entidad, deben mantenerla por al menos 12 meses, lo que profundiza el conflicto.
Frente a este escenario, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas realizó una presentación ante la Superintendencia de Servicios de Salud, pero aún no recibieron respuesta. «La presentación la hizo el Consejo a fines de marzo. No hemos tenido respuesta a la fecha», lamentó. David instó a los afectados a sumarse al reclamo, ya que la falta de una delegación local de la Superintendencia complica la gestión. «Lo ideal sería que cada monotributista, cada damnificado, haga un reclamo», concluyó.
Mientras tanto, cientos de contribuyentes fueguinos continúan pagando por un servicio que no reciben, en un limbo administrativo que parece lejos de resolverse.
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