Mesa de frutas y verduras frescas en un supermercado durante el Martes de Frescura en México
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Martes de Frescura en México: la estrategia que cambió la forma de comprar alimentos

Este fenómeno, impulsado principalmente por la cadena Walmart, ha redefinido los hábitos de compra en ese país. En este artículo, te contamos en qué consiste, por qué ha sido tan exitoso y cómo se compara con otras estrategias similares en Latinoamérica.

En México, hay un día de la semana que se ha convertido en sinónimo de ahorro y calidad: el Martes de Frescura. Lo que comenzó como una simple campaña promocional se transformó en una tradición de consumo para millones de personas. Este fenómeno, impulsado principalmente por la cadena Walmart, ha redefinido los hábitos de compra en ese país. En este artículo, te contamos en qué consiste, por qué ha sido tan exitoso y cómo se compara con otras estrategias similares en Latinoamérica.

¿Qué es el Martes de Frescura?

El Martes de Frescura es una campaña de descuentos que se realiza cada semana, exclusivamente los días martes, y que tiene como objetivo ofrecer precios bajos en productos frescos, como frutas, verduras, carnes y lácteos. La promoción fue lanzada por Walmart México y sus otras marcas como Bodega Aurrera y Superama, y se convirtió en un éxito inmediato.

La premisa es simple: concentrar las compras de productos frescos en un solo día para ofrecer mejores precios, rotar más rápidamente el inventario y garantizar mayor frescura. A lo largo del tiempo, el Martes de Frescura se posicionó no solo como una oportunidad para ahorrar, sino también como un día en el que se encuentra mejor calidad en alimentos perecederos.

¿Por qué tuvo tanto éxito en México?

Varias razones explican el éxito del Martes de Frescura:

  • Contexto económico: en un país donde una gran parte de la población busca cuidar cada peso, los descuentos en alimentos esenciales resultan especialmente atractivos.
  • Cambio de hábitos: muchos hogares mexicanos comenzaron a organizar sus compras semanales en torno a los martes, generando una costumbre.
  • Estrategia de comunicación: Walmart y sus marcas acompañaron la promoción con una fuerte campaña publicitaria, tanto en televisión como en redes sociales.
  • Conveniencia y disponibilidad: con cientos de sucursales a lo largo del país, el acceso a estas ofertas es amplio.

¿Qué impacto tiene en el consumo?

El Martes de Frescura no solo beneficia al consumidor, sino que también ha tenido efectos en la cadena de comercialización de alimentos. Algunos impactos destacables son:

  • Mayor rotación de productos frescos, lo que reduce el desperdicio.
  • Presión sobre pequeños comerciantes, que deben competir con precios muy bajos en productos clave.
  • Cambios logísticos, ya que los proveedores deben organizar sus entregas teniendo en cuenta la demanda concentrada en un solo día.

También ha fomentado una especie de «ritual semanal» en el consumo: familias que van juntas a hacer las compras, mercados más concurridos ese día y una mayor atención a los precios de los alimentos frescos.

¿Existe algo similar en Argentina o en otros países de la región?

En Argentina, si bien los supermercados y verdulerías suelen ofrecer descuentos semanales, no existe una campaña tan consolidada como el Martes de Frescura. Algunas cadenas lanzan ofertas los fines de semana o descuentos puntuales en carnes o lácteos, pero no hay una tradición arraigada asociada a un día específico.

En países como Perú, Chile o Colombia, existen también días de descuento en supermercados, pero pocas campañas tienen el nivel de recordación y permanencia que logró Walmart en México. Esto podría deberse a factores como la penetración de mercado de la marca, el enfoque en productos básicos y la constancia de la promoción a lo largo de los años.

¿Qué oportunidades genera este modelo?

Para el resto de América Latina, el Martes de Frescura puede servir como caso de estudio sobre cómo una estrategia de marketing bien ejecutada puede convertirse en parte de la cultura popular. También invita a reflexionar sobre:

  • La importancia de entender los hábitos de consumo locales.
  • La posibilidad de replicar modelos exitosos con adaptaciones culturales.
  • La necesidad de equilibrar promociones con sostenibilidad económica para pequeños comercios.

¿Podría funcionar en Argentina?

Aunque el contexto argentino es diferente, con una inflación alta y un mercado muy fragmentado, la idea de establecer un día fijo de descuentos en productos frescos podría ser atractiva para grandes cadenas. Esto requeriría una inversión publicitaria sostenida, coordinación con proveedores y una logística eficiente, pero podría convertirse en una herramienta útil para fidelizar clientes.

Además, en un país donde los precios varían constantemente, una campaña como esta podría dar cierta previsibilidad al consumidor. Y más importante aún, podría fortalecer el vínculo emocional con una marca que se preocupe por el bolsillo de la gente.

En un mundo donde la competencia entre supermercados es feroz, estrategias como el Martes de Frescura muestran que la constancia, la empatía con el consumidor y la buena ejecución pueden convertir una simple promoción en un fenómeno cultural. ¿Será hora de que Argentina tenga su propio día de frescura?

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