Con un enfoque en la inclusión social y la producción agrícola, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha puesto en marcha un nuevo proyecto junto con el Servicio Penitenciario, destinado a la producción de ajo violeta, conocido como ajo patagónico.
Esta iniciativa busca no solo fomentar el cultivo de este producto en la región, sino también capacitar a los internos involucrados, facilitando su reinserción en la sociedad.
En una entrevista con ((La 97)) Radio Fueguina, Susana Aressi, técnica extensionista de la agencia de extensión rural INTA de Río Grande, explicó cómo surgió esta idea.
«Hablando con el director provincial me puso la inquietud sobre la mesa y realicé este proyecto investigativo,» comentó Aressi.
El objetivo es aplicar un enfoque investigativo en la extensión agrícola, aprovechando las condiciones climáticas y de suelo de la región para desarrollar productos de alta calidad.
El ajo violeta, que requiere un ambiente frío para su adecuado crecimiento, está siendo cultivado en invernaderos donde los internos reciben capacitación en técnicas de horticultura.
Aressi destacó la importancia de este aprendizaje: «La idea es poder capacitar al interno para la inserción social y laboral. Ellos ya tienen conocimientos en el área de cultivo de invernadero, y esta parte de investigación es muy importante.»
El proyecto no solo se centra en el cultivo, sino también en la recolección de datos durante un periodo de cinco años, con el fin de generar informes técnicos que apoyen a los productores hortícolas en la región.
“Queremos devolver al sector productivo toda la información que generemos, creando un ajo naturalizado y seleccionado de calidad,” explicó Aressi.
El ajo violeta, que ha sido introducido en la provincia, inicialmente crecía en tamaños que no eran comercialmente viables. «Este ajo es muy grande y a veces deforme, y no tiene la forma adecuada para ser vendido,» comentó Aressi.
Se espera que, a través de la selección y clasificación continua, el ajo violeta se adapte mejor a las condiciones locales y mejore su calidad comercial.
Aressi enfatizó que la selección precisa es fundamental para lograr un producto que sea no solo viable, sino también atractivo en el mercado.
«Queremos generar un ajo cuya morfología sea adecuada para la venta, y el objetivo es conseguir un ajo que sea visualmente atractivo y de buena calidad,” afirmó.
Dentro del equipo de trabajo, Aressi mencionó que un grupo de cinco estudiantes se ha involucrado activamente en el proyecto, mostrando un gran interés y dedicación. “Es admirable todo lo que han aprendido en dos meses,” aseguró Aressi.
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