En la Provincia sólo quedan 470 trabajadores textiles

El sector textil parece no encontrar una salida a la crisis que atraviesa, ya que el panorama se complica cada vez más, según indicó el Secretario General de SETIA, Rodrigo Cárcamo. Manifestó que a raíz de la apertura de importaciones, «no hay ninguna política para proteger la producción local», amenazando así a la industria nacional.

El sindicalista comentó que en Tierra del Fuego, la industria textil funciona al 30% de su capacidad instalada, y solo ocho empresas continúan operando. A nivel nacional, seis de cada diez máquinas están paradas, según datos de la Fundación ProTejer. En la provincia, el empleo cayó drásticamente: quedan 470 trabajadores, la mitad de los mil que había hace un año.

Cárcamo denunció que algunas empresas se están reconvirtiendo para volverse en importadoras, prescindiendo de mano de obra local. También remarcó que la caída en ventas alcanza el 30% mensual y la producción se organiza mes a mes por la falta de previsibilidad.

Además, expresó su preocupación por los posibles efectos del acuerdo con el FMI sobre la ley 19.640 y el Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva (FAMP). “Se cuestiona el régimen y no tenemos acceso al documento del acuerdo. Esto puede afectar gravemente los beneficios fiscales de la provincia”, alertó.

El dirigente reclamó medidas concretas de apoyo y cuestionó el rol de la Fundación ProTejer, a la que acusó de hacer “lobby en contra de Tierra del Fuego”.

La falta de insumos, la caída sostenida de la demanda y la incertidumbre sobre el futuro del régimen promocional completan un panorama sombrío para la industria textil local, que aún no registra despidos masivos, pero trabaja al límite de su sostenibilidad.