Billetes de pesos argentinos con bandera nacional de fondo, simbolizando el levantamiento del cepo cambiario en abril de 2025
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Día clave en la Economía

El gobierno argentino levanta el cepo cambiario: ¿inicio de una nueva era?

Con una batería de medidas que marcan un antes y un después, el gobierno anunció el levantamiento total del cepo, un nuevo esquema monetario y el respaldo de organismos internacionales. ¿Será suficiente para encaminar la economía?

(Exclusivo para radiofueguina.com) – El 11 de abril de 2025 podría marcar un punto de inflexión en la política económica argentina. El gobierno nacional anunció una serie de medidas profundas que incluyen la eliminación del cepo cambiario, la implementación de bandas de flotación para el dólar, el fin del dólar blend, un nuevo marco monetario restrictivo y acuerdos internacionales para fortalecer reservas. En palabras del ministro de Economía, Luis Caputo, “Argentina está lista para crecer a tasas chinas los próximos años”. Pero ¿qué tan sólido es este nuevo rumbo?

El nuevo régimen cambiario: flotación entre bandas

A partir de ahora, el tipo de cambio dejará de estar “pisado” por controles estrictos. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) permitirá que el dólar fluctúe libremente dentro de una banda establecida entre $1.000 y $1.400, ampliándose un 1% mensual en cada extremo. Si el tipo de cambio alcanza alguno de los límites, el BCRA intervendrá, comprando dólares si toca el piso y vendiendo si alcanza el techo.

Dólar flotando entre bandas divergentes con la bandera argentina y el Banco Central de fondo, representando el nuevo régimen cambiario.

Lo novedoso es que estas intervenciones no serán esterilizadas, es decir, no implicarán una contracción monetaria paralela. El objetivo declarado es acompañar un proceso de remonetización de la economía, en el que los pesos recuperen protagonismo como medio de pago y reserva de valor.

Fin del cepo cambiario: qué cambia para personas y empresas

Uno de los anuncios más esperados fue la eliminación total del cepo cambiario para personas humanas. A partir de ahora:

  • Se elimina el tope de USD 200 mensuales.
  • No habrá restricciones por ser empleado público o recibir subsidios.
  • Desaparece la llamada “restricción cruzada”.
  • Se derogan los impuestos que encarecían la compra de dólares, salvo para turismo y consumos con tarjeta en moneda extranjera.

Para empresas, los cambios son igual de significativos. Se habilita el pago de dividendos al exterior desde balances iniciados en 2025 y se trabaja en nuevos instrumentos financieros (bonos BOPREAL) para saldar deudas acumuladas y dividendos anteriores. Además, se reducen los plazos y trabas para el pago de importaciones, algo que podría aliviar la situación de miles de pymes.

Unificación del mercado y adiós al dólar blend

El gobierno derogó el Programa de Incremento Exportador, que otorgaba a los exportadores la posibilidad de liquidar parte de sus ventas al dólar MEP. Se trataba de un mecanismo transitorio para estimular la liquidación, pero con efectos distorsivos sobre el mercado cambiario.

Con su eliminación, se busca unificar el mercado spot y avanzar hacia una mayor transparencia y previsibilidad. También se facilita el desarrollo de instrumentos financieros como los futuros de tipo de cambio y commodities, fundamentales para cubrir riesgos en un entorno de mayor volatilidad.

Nueva política monetaria: sin emisión ni financiamiento al Tesoro

El nuevo esquema monetario descansa sobre dos pilares:

  1. Cero financiamiento al Tesoro Nacional.
  2. Cero emisión para cubrir pasivos remunerados del BCRA (como los pases pasivos).

El BCRA comenzará a publicar metas de crecimiento de M2 transaccional privado (billetes en circulación más cuentas a la vista del sector privado) y de base monetaria, dando prioridad al control de los agregados monetarios por sobre la tasa de interés como herramienta principal.

Esta política adopta un sesgo fuertemente restrictivo en su fase inicial, en un intento por consolidar la desaceleración inflacionaria que comenzó tras la devaluación de diciembre.

Reservas internacionales: el respaldo detrás del plan

Uno de los mayores interrogantes frente a un proceso de liberalización cambiaria es si hay espaldas suficientes para sostenerlo. En ese sentido, el gobierno anunció un paquete de acuerdos que buscan apuntalar las reservas:

  • USD 20.000 millones del FMI, de los cuales USD 15.000 estarían disponibles durante 2025.
  • USD 6.100 millones de organismos multilaterales como el BID y el BIRF.
  • USD 2.000 millones de ampliación del repo con bancos internacionales.
  • USD 5.000 millones de extensión del swap con China.

En total, se estima una inyección potencial de USD 28.100 millones, lo que daría cierto margen de maniobra al BCRA para intervenir en el mercado y sostener la confianza.

Cómo llegamos hasta acá: una breve cronología del cepo

El cepo cambiario fue implementado originalmente en octubre de 2011, como una medida para frenar la fuga de capitales. Desde entonces, fue transformándose en intensidad y forma:

  • En 2015, el gobierno de Macri lo eliminó parcialmente.
  • En 2019, tras la derrota electoral del oficialismo, volvió con fuerza, limitando la compra mensual a USD 200.
  • En 2020-2023, se sumaron múltiples restricciones, impuestos y tipos de cambio paralelos (solidario, MEP, CCL, etc.).
  • En 2024, con el cambio de gobierno, se introdujeron flexibilizaciones parciales hasta llegar al levantamiento total anunciado en abril de 2025.

Este camino dejó una economía fragmentada, con precios relativos distorsionados, múltiples cotizaciones del dólar y escasa previsibilidad para los actores económicos.

¿Una apuesta arriesgada o un cambio necesario?

La magnitud de las reformas anunciadas por el gobierno es innegable. Rompen con más de una década de controles cambiarios, intervención estatal y dependencia de la emisión monetaria. Desde lo discursivo, el oficialismo busca transmitir confianza y horizonte de crecimiento, como sintetizó Caputo al afirmar que “Argentina está lista para crecer a tasas chinas los próximos años”.

Pero los desafíos no son menores. El éxito del plan dependerá de múltiples factores:

  • La reacción del mercado en las próximas semanas.
  • La capacidad del BCRA para administrar expectativas y controlar la volatilidad.
  • El comportamiento de los precios ante la nueva dinámica cambiaria.
  • La credibilidad política para sostener el rumbo, especialmente en un contexto social y fiscal aún frágil.

La economía argentina ha tenido múltiples “puntos de partida” en el pasado que no lograron sostenerse. Esta vez, el gobierno apuesta a que el combo de liberalización, respaldo externo y disciplina fiscal marque una diferencia. El tiempo dirá si estamos frente a un nuevo ciclo virtuoso o ante una liberalización prematura con riesgos inflacionarios y sociales.

La incertidumbre es tal que -como suele suceder en muchas ocasiones- los analistas en Economía no tienen un pronóstico en común y están abocados (por estas horas) a lanzar vaticinios distanciados y hasta contradictorios entre si. Sólo algunos de ellos podrán decir que acertaron cuando la realidad nos muestre el verdadero resultado de las medidas anunciadas este viernes cuasi histórico.

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