La provincia de Tierra del Fuego enfrenta un escenario crítico tras una caída nominal en la recaudación, que de traduce en merma de fondos coparticipables, según explicó el ministro de Economía, Francisco Devita, en Radio Fueguina.
«En septiembre recaudaba 49 mil millones de pesos; en marzo, 44 mil. La baja es nominal: fueron menos pesos los que recibí», señaló, enfatizando que los números son públicos y verificables en la página del Ministerio de Economía nacional. «Si alguien me tilda de mentiroso, salgo con los tapones de punta. Son datos oficiales: si dice 44 y recibiste 44, es menos que 49», remarcó con claridad.
Devita subrayó que el impacto es transversal, tanto para el Estado provincial como para los municipales: «Nos mata a todos: al municipio, a mí, porque tenemos más descentralización de funciones y el gobierno nacional no transfiere fondos para programas que antes articulaba». Citó ejemplos como el cierre de hospitales, despidos de personal y la falta de financiamiento para obras públicas. «Los servicios esenciales los termina prestando el Estado provincial, pero los municipios también están en la trinchera. No es solo poner flores en un cantero», ironizó.
El ministro detalló que, frente a la inflación y el aumento de demandas sociales, la situación se agrava. «Desde agosto, los gastos no estuvieron en cero: la masa salarial, los insumos médicos, la asistencia escolar… Hoy casi 50.000 chicos reciben copa de leche o comedores», indicó. La baja nominal en marzo profundiza la crisis: «Si la recaudación no incrementa o cae, los servicios se verán afectados. El año pasado evitamos recortes, pero ahora es inevitable».
Consultado sobre las medidas de ajuste, Devita enumeró recortes en viáticos para funcionarios, la suspensión de viajes al exterior financiados por el tesoro provincial y la eliminación de asesorías en su cartera. «En Economía no hay ni un contrato de locación de personas. Todo se revisa: la prioridad es salud y educación», afirmó. Incluso, mencionó la optimización de agendas para reducir traslados: «Juntamos reuniones para no tener tiempo muerto».
Pese a los esfuerzos, admitió que el margen es estrecho: «Cualquier gasto superfluo suma en este contexto. Si no hay financiación externa, no vamos a una feria, por más que nos inviten».
La advertencia es clara: con menos recursos, la calidad de los servicios públicos peligra. «Los municipios recibirán menos porque nosotros también recibimos menos. No hay magia», cerró el ministro de Economía, Francisco Devita.
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