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Represión policial en Ushuaia

El crimen de Víctor Choque, 30 años después: el relato de una testigo

María Cristina Cerdá Cañete, entonces estudiante, revivió los violentos enfrentamientos de 1995 que dejaron heridos y un muerto por balas policiales. en Ushuaia. Su relato expone la crudeza de aquella represión.

María Cristina Cerdá Cañete, licenciada en Comunicación Social y periodista, tenía 17 años cuando vivió en carne propia la violencia desatada durante las protestas sindicales de 1995 en Ushuaia. Su testimonio reconstruye los hechos que culminaron con la muerte de Víctor Choque, un trabajador asesinado por la policía en plena democracia.

“Yo tenía 17 años, estudiaba en el colegio José Martí. Estaba en el cuarto año. Ese día nos informaron que nos íbamos a tener que retirar los directivos, que nos íbamos a tener que subir a un colectivo porque nuestra seguridad corría peligro”, relató Cerdá Cañete en Radio Fueguina. 

La tensión en las calles era palpable: los trabajadores de la fábrica resistían el cierre de la planta, mientras la policía antimotines se preparaba para reprimir. “Ya habían dado la orden de que no dejaran entrar a los trabajadores a la planta, y los policías ya estaban preparados para reprimir”.

El miedo se apoderó de los estudiantes. “Todos mirándonos asustados porque no sabíamos bien qué pasaba. Era la primera vez que nos comunicaban que no íbamos a salir de forma normal, sino que teníamos que subir rápido al colectivo”, recordó. La situación escaló rápidamente. “Había un colectivo naranja, el famoso colectivo naranja del que todos hablan, donde estaban disparando al aire libre a quien sea. Yo tengo entendido que eran policías” recordó.

Desde su casa, siguió la cobertura del periodista Luis Benito Zamora en su recordado programa radial Punto & Coma. “Escuché desde mi habitación, fue tremendo para mí como adolescente. Era la primera vez que yo tenía esa experiencia”. La televisión local también transmitía en vivo los enfrentamientos. “Habían metido preso a unos trabajadores en la alcaldía, y los mismos trabajadores querían ir a sacarlos. Ahí se armó otro enfrentamiento con la policía, y eso lo estaban transmitiendo por Canal 11”.

Las imágenes, según rememoró, eran desgarradoras. “Mostraron el enfrentamiento, las mujeres heridas de bala, ensangrentadas. Yo nunca había visto algo así”. La violencia no distinguía entre trabajadores y sus familiares: “Era una orden institucional de atacar, y a veces eran sus mismas esposas las que estaban en la fábrica. Acá nos conocemos todos, y en ese tiempo peor todavía”.

Uno de los momentos más impactantes que describió fue el ataque a la Casa de Gobierno. “Empezaron a tirar un montón de piedras. Se rompieron todos los vidrios, no quedó nada. Después lo mostraron por la tele, pero es impactante estar ahí y verlo”

La represión dejó heridos graves y culminó con la lamentable muerte de Víctor Choque. “Un inocente que estaba ahí trabajando, y le alcanza una bala reglamentaria de la policía. Hubo un responsable, un comisario, la institución policial, que en plena democracia permitió un asesinato”.

Cerdá Cañete también aportó sus reflexiones sobre la violencia institucional. “Hay muchas cuestiones que hay que cambiar. A veces parece que si te viste de negro, sos delincuente. Ese prejuicio hace que salgan muy mal de las instituciones”

Su testimonio no solo evoca el pasado, sino que conecta con su propia historia. “Yo soy hija de víctima de la impunidad. Mi mamá fue asesinada en su taxi con un arma reglamentaria. Hasta hoy está impune”.

Tres décadas después, el asesinato de Víctor Choque sigue siendo una herida abierta en la memoria de Tierra del Fuego. El relato de María Cristina Cerdá Cañete no solo revive aquellos días de represión, sino que interpela a una sociedad que aún lucha contra la violencia y la impunidad.

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