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Regreso a clases

Nutrición infantil: Ideas para priorizar una alimentación saludable

En una entrevista con ((La 97)) Radio Fueguina, Nadia Shapiro, Licenciada en Nutrición, destacó la importancia de evitar los ultraprocesados y optar por alternativas nutritivas. Recomendó incluir frutas y barritas de cereales en las meriendas, enfatizando que los hábitos alimentarios de los compañeros influyen en las elecciones de los más pequeños.

Con el inicio del ciclo escolar, se vuelve crucial prestar atención a la alimentación de los niños durante las horas de estudio.

La vuelta a clases no solo implica la compra de útiles y mochilas, sino también la planificación de una dieta equilibrada que apoye el desarrollo académico y físico de los estudiantes.

Nadia Shapiro, Licenciada en Nutrición, conversó sobre este tema en una reciente entrevista con ((La 97)) Radio Fueguina.

Shapiro destacó la tendencia observada en muchos niños de optar por alimentos ultraprocesados como alfajores y golosinas que, aunque atractivos, carecen del valor nutritivo necesario para su crecimiento.

“Lo que se ve en los niños es que consumen mucho ultraprocesados… que por ahí no los nutren”, señaló.

La nutricionista, que trabaja principalmente con pequeños deportistas, recomendó alternativas más saludables. «Lo que les indico es que consuman barritas de cereales. Hay marcas interesantes, incluso emprendedores locales hacen barritas de cereales saludables», comentó.

También sugirió incluir frutas en las meriendas, ya que “es mucho más económico que un alfajor” y contribuye a una alimentación balanceada.

Un aspecto importante que abordó Shapiro es la influencia que tienen los compañeros en las elecciones alimentarias. “Los niños repiten lo que hacen los compañeritos”, explicó.

Por ello, insistió en que si más niños llevan frutas al colegio, es más probable que otros las consuman también. “Si todos llevan galletitas y solo uno lleva frutas, se siente incomodado y esa es una realidad también”, agregó.

La hidratación es otro factor clave en la alimentación infantil. Shapiro destacó que el agua que deben consumir los niños se calcula en función de las calorías, y al estar en constante movimiento, su requerimiento es considerablemente mayor.

“Para los adultos se calculan 2 litros, y los niños deberían consumir lo mismo”, recomendó.

Recientemente, Shapiro estuvo en una escuela primaria participando de un proyecto de salud en el que los niños aprendieron sobre el etiquetado de productos.

«Estaban fascinados con los octógonos y estaban en un modo muy saludable. Por sugerencia de la profe, empezaron a llevar agua”, recordó, subrayando la importancia de fomentar hábitos saludables desde temprana edad.

La nutricionista concluyó que pequeñas acciones, como preparar galletitas saludables en casa los fines de semana, pueden generar un cambio significativo no solo en la alimentación de un niño, sino en todo un grupo. “Un niño que lleve agua y frutas puede inspirar a todo un curso”, afirmó.

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