El sector pesquero argentino expresó su descontento tras quedar fuera del anuncio de reducción de retenciones realizado el jueves pasado por el ministro de Economía, Luis Caputo, en el marco de las medidas económicas impulsadas por el Gobierno de Javier Milei.
Las principales cámaras empresarias del sector advirtieron sobre las graves consecuencias que esta exclusión podría acarrear para la industria, señalando que atraviesan una «situación de quebranto inminente».
En un comunicado conjunto, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) y la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (C.A.P.I.P.) manifestaron su “sorpresa y profunda preocupación por haber sido excluidos” de la rebaja de retenciones.
Según sostuvieron, el sector enfrenta una combinación de factores críticos, entre ellos la caída de los precios internacionales, altos costos operativos y una «elevada carga tributaria», que, aseguran, comprometen la continuidad de pesquerías clave para la economía nacional.
Los representantes del sector resaltaron que, además de las retenciones, que actualmente oscilan entre el 1% y el 9% dependiendo del volumen, el packaging y el valor agregado, deben afrontar los Derechos Únicos de Extracción (DUE), un gravamen que fue incrementado en diciembre pasado. “La combinación de altos costos y excesiva carga tributaria pone en riesgo la continuidad de pesquerías muy importantes, que ya presentan situación de quebranto”, afirmaron las cámaras.
El comunicado también destaca los costos adicionales que afectan a la industria, como los aranceles para ingresar a ciertos mercados internacionales. Por ejemplo, el langostino, uno de los principales productos exportados, enfrenta un arancel del 14% al ingresar a la Unión Europea.
Este escenario, aseguran, amenaza la competitividad de los productos pesqueros argentinos, entre los que se destacan el langostino, el calamar y la merluza, que representan el 80% de las exportaciones del sector.
En términos de impacto económico, los pesqueros subrayaron que la actividad es actualmente la principal economía regional del país y el octavo complejo productivo de Argentina. Su importancia se refleja en su rol clave en las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, donde genera miles de empleos directos e indirectos en actividades complementarias como la construcción y mantenimiento de embarcaciones, la logística y la producción de insumos.
“La decisión de excluir al sector pesquero de la reducción de retenciones anunciada pone en riesgo un sistema productivo que no solo aporta divisas, sino que también es motor de desarrollo regional”, indicaron desde las cámaras.
Además, alertaron que esta medida podría afectar el trabajo realizado para garantizar la sostenibilidad ambiental de la actividad, un aspecto que consideran esencial para su futuro.
Ante este panorama, las cámaras solicitaron al Gobierno “la inmediata inclusión del sector en el régimen de reducción de retenciones”, argumentando que la exclusión podría tener un impacto negativo no solo en la sostenibilidad económica del sector, sino también en su dimensión social y ambiental. Según el comunicado, esta medida resulta indispensable para evitar que el sector entre en una crisis de mayores proporciones.
El malestar expresado por los representantes de la industria refleja la tensión que genera la falta de políticas diferenciadas para un sector que consideran estratégico.
La actividad pesquera no solo es relevante por su aporte en términos de exportaciones y generación de empleo, sino también por su papel en la dinamización de las economías regionales y la preservación de los recursos naturales.
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