Con más de dos mil kilómetros en sus piernas y el peso de una historia cargada de desafíos personales, Víctor Guerrero avanza en una travesía única que tiene como destino final las Islas Malvinas.
Conocido como el “Guerrero del Camino”, este ciclista sanjuanino de 47 años se ha propuesto unir el norte y el sur de Argentina en bicicleta, llevando consigo un mensaje de homenaje a los héroes de la guerra de Malvinas.
Guerrero comenzó su recorrido en febrero de 2024, partiendo desde San Juan con un carrito construido por él mismo. “Empecé a hacer changas, armé mi carrito y me subí a la bicicleta”, relató al portal Río Negro. Desde entonces, su viaje ha sido una demostración de resiliencia y superación, impulsado por el recuerdo de quienes dieron su vida por el país. La travesía no se limita al tributo patriótico; también refleja un esfuerzo por rehacerse tras años de adversidades.
La vida de Víctor siempre estuvo marcada por el camino. Desde los 14 años trabajó como camionero, recorriendo las rutas argentinas. Sin embargo, su destino cambió abruptamente en 2019, cuando el robo de su vehículo lo dejó sin medios de sustento.
Durante la pandemia, varado en San Juan, encontró en el ciclismo una forma de reinventarse y enfrentar las dificultades. “Mi objetivo no termina en Malvinas. Una vez que llegue, mi bici y el carrito irán al museo de San Antonio Oeste”, declaró con determinación.
El trayecto ha sido todo menos sencillo. En noviembre de 2024, Víctor sufrió una de las pérdidas más dolorosas de su vida: la muerte de su hijo. “Es el segundo hijo que se me parte y tengo que ir a despedirme de él. Es un dolor que no pensé que iba a volver a sentir”, confesó en una entrevista con el medio Somos el Valle. Este duro golpe personal, lejos de detenerlo, se convirtió en un nuevo motor para continuar su travesía.
Su historia conmovió a Víctor Burgos, un referente del ARA San Juan en Santa Cruz, quien se ofreció a colaborar en el tramo final del viaje. “Victor Hugo, cuando estés por Río Gallegos nos vamos a encontrar… quiero colaborar en tu travesía”, le escribió Burgos, impactado por su relato.
En enero de 2025, Guerrero alcanzó Zapala, en la provincia de Río Negro, tras enfrentarse a las altas temperaturas del verano mientras avanzaba por la Ruta 40.
Aunque cada kilómetro recorrido representa un desafío físico y emocional, Guerrero sigue adelante con la firme convicción de llegar a Tierra del Fuego y embarcarse hacia las islas.
El sueño de Víctor Guerrero es mucho más que un logro personal; es una muestra del poder de la voluntad frente a la adversidad y un acto de memoria colectiva hacia quienes sacrificaron sus vidas por el país.
Su historia de dolor, superación y homenaje, se convierte en un ejemplo inspirador para quienes creen en la fuerza del espíritu humano para transformar las dificultades en un camino hacia la esperanza.
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