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Chicos Que Crecen

Marcelo Oliva: Raíces patagónicas y vocación médica en Río Grande

En el programa «Un gran día» de Radio Fueguina, el médico cirujano y urólogo Marcelo Oliva compartió su emotiva historia. Nacido en Caleta Olivia, llegó a Río Grande a los dos años y desde entonces se siente parte de esta comunidad.

Marcelo Oliva llegó a Río Grande a la tierna edad de dos años, un evento que marcaría el comienzo de un vínculo profundo con esta ciudad patagónica.
Nacido en Caleta Olivia, su familia se trasladó aquí debido al trabajo de su padre en la industria petrolera.
Su historia es un ejemplo de resiliencia y dedicación, reflejado en su trayectoria como médico cirujano general y urólogo, y en sus emotivas declaraciones durante el segmento “Chicos que crecen” en el programa radial “Un gran día” de ((La 97)) Radio Fueguina.
A su llegada, la familia Oliva se alojó en el Hotel Los Yaganes, donde vivieron durante casi un año. Posteriormente, se mudaron a una casita en la intersección de Thorne y Obligado, y más tarde a un hogar que fue parte del Concejo Deliberante, ahora reemplazado por un centro de imágenes.
Su educación comenzó en el Jardín de Infantes Arcoíris antes de trasladarse a la Escuela Primaria Benjamín Zorrilla y luego al Colegio Don Bosco, donde cursó tanto la primaria como la secundaria.
Recordando su infancia, Marcelo menciona a su profesora Fresia Salazar y al portero Alfredo, quien le hizo una profecía que lo acompañaría toda la vida: «vos vas a ser médico». A pesar de que en ese momento no lo sabía, esa afirmación sembró una semilla en su corazón.
Influenciado por los consejos y las conversaciones sobre su futuro, Marcelo decidió estudiar medicina. Se trasladó a Buenos Aires, donde su hermana ya estaba estudiando, lo que hizo su adaptación más sencilla.
Comenzó emocionante su camino en la Ciudad Universitaria, completando su formación en la Facultad de Medicina y el Hospital de Clínicas. Cada vez que regresaba a su ciudad natal, se aseguraba de visitar a sus antiguos maestros y a los amigos de la portería, reafirmando sus raíces en la comunidad.
Tras completar su formación inicial en cirugía general, Marcelo optó por especializarse en urología.
Durante la pandemia, formó su familia junto a su esposa colombiana, quien en un principio no conocía Río Grande. Sin embargo, con el tiempo se adaptó y comenzó a disfrutar de su nuevo entorno, estableciendo relaciones sociales y formando parte de la comunidad local.
Marcelo expresa con gratitud la acogida que ha recibido en la clínica CEMEP y el Sanatorio Fueguino, destacando un aspecto fundamental de su carrera: su compromiso de quedarse en Río Grande.
A diferencia de otros médicos que pueden moverse, él se siente parte de esta ciudad y está decidido a contribuir a su bienestar. “La gente siempre pregunta cuando voy al consultorio si me voy a ir, y yo siempre contesto que me quedo acá, porque vivo acá”, afirma.

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