La situación económica en el sector comercial de Río Grande refleja la complejidad de los desafíos que enfrentan tanto los negocios como los vecinos.
En una entrevista con ((La 97)) Radio Fueguina, Luis Schreiber, propietario del almacén “La Nueva Provincia” en el barrio Chacra II, compartió su visión sobre cómo la crisis económica ha transformado las dinámicas de compra en su establecimiento y en la comunidad.
Schreiber describió cómo la metodología de trabajo en su negocio ha tenido que cambiar drásticamente a raíz de la crisis económica.
“Trabajamos, pero cambiamos mucho la metodología porque la situación actual lo amerita. Uno se adapta enseguida a los cambios, porque si no queda mal parado económicamente”, destaca.
La adaptación es la clave en un entorno donde la capacidad de los clientes para gastar ha disminuido considerablemente. La compra de productos ha cambiado, y las familias que antes compraban carne para un asado los fines de semana ahora optan por opciones más económicas como pastas, algo que ilustra la presión que sienten los hogares para hacer rendir su dinero.
“Hoy, llevan una gaseosa de segunda marca o un jugo. Nos tuvimos que adaptar a eso”, comenta, subrayando la búsqueda de alternativas más asequibles por parte de los consumidores.
La crisis ha llevado a los habitantes de Río Grande a ser más cautelosos con sus gastos. Luis observó que los clientes ya no buscan llenar sus heladeras como solían hacer, sino que son más estratégicos en sus compras: “Hoy te dicen: Dame dos manzanas, dos naranjas, dos bananas, para no tirar nada”.
El comerciante también se refirió a la sensación de que las próximas festividades, como la Navidad, no serán diferentes. “La gente no ha consumido mucho el año pasado, creo que estas fiestas se van a ver peores”, afirmó, señalando que las dificultades económicas continúan afectando el espíritu festivo y el poder adquisitivo de los riograndenses.
A pesar de que desde el Gobierno nacional se anuncian mejoras económicas y la supuesta desaceleración de la inflación, Schreiber refutó estas afirmaciones al señalar que los costos de vida, como el combustible y los servicios públicos, continúan aumentando.
“Las ventas han sido más bajas; a pesar de que algunos productos bajaron los precios, eso está más relacionado con la falta de ventas que con un cambio real en la economía”, expone.
Luis Schreiber también expresó su preocupación sobre el futuro del comercio en Río Grande. Relató que muchas familias han regresado a vivir con sus padres debido a los altos alquileres y la presión económica, lo que ha modificado la estructura social y económica del barrio.
“El 2025 no lo veo con muchas esperanzas”, dijo, señalando la necesidad de cambios de políticas que fomenten la producción local en lugar de la especulación financiera.
El comerciante concluyó su análisis recordando que la base de un comercio saludable es una economía activa y productiva. “Si el país comienza a trabajar y generar empleo, la gente se motivará y las cosas mejorarán. Sin trabajo, termina todo».
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