La realidad de los clubes sociales y barriales en Río Grande atraviesa un momento crítico debido al exponencial aumento de los costos de los servicios básicos, como la luz y el gas. Según Sebastián Bendaña, gerente Ejecutivo de la Agencia de Deportes, Cultura y Turismo del Municipio de Río Grande, esta problemática amenaza la continuidad de muchas instituciones que son pilares en sus comunidades.
Los incrementos han sido tan desproporcionados que actualmente estas entidades pagan en un solo mes lo que anteriormente correspondía a los gastos de todo un año. “En los clubes sociales, en los clubes de barrio, las tarifas están superiores a un millón de pesos. Nosotros tenemos gimnasios que, en términos de servicio, estamos pagando más de dos millones de pesos por mes”, detalló Bendaña en ((La 97)) Radio Fueguina.
El funcionario destacó que esta situación ha generado una gran incertidumbre entre los responsables de los clubes, quienes enfrentan cada mes la incertidumbre de cuánto deberán desembolsar. “No se han podido adherir tampoco al programa de subsidios todavía. Quizás no ha tenido tanta repercusión aquí, porque tampoco son muchos los clubes que tienen gimnasios, pero sé que es una situación que están mes a mes casi adivinando a ver qué tipo de tarifa les va a venir, porque lejos de bajar, siempre se va aumentando”, explicó.
A pesar de que el consumo disminuye levemente en los meses más cálidos debido a las temperaturas más benignas y los días más largos, el alivio es temporal y no mitiga el impacto a lo largo del año. Además, en muchos casos, los clubes no tienen otra opción más que operar casi sin interrupciones para cumplir con sus objetivos deportivos y comunitarios. “En un gimnasio, en un mes, casi que estamos pagando lo que antes pagábamos prácticamente durante todo el año”, señaló Bendaña, subrayando el peso económico que significa mantener estas actividades.
El municipio de Río Grande ha logrado enfrentar esta problemática gracias a una administración financiera ordenada y un esfuerzo presupuestario significativo, aunque Bendaña advirtió que esta situación no es sostenible para los clubes barriales. “Primero, hay un esfuerzo muy importante por parte del municipio, después un trabajo en lo que respecta a finanzas prolijo y que siempre también destaca el intendente, que nos ha dado la posibilidad de tener previsibilidad y poder atacar este tipo de situaciones que realmente, no sé si nadie las esperaba, pero que ha superado indudablemente lo que teníamos previsto para este año”.
Para evitar cierres y mantener el funcionamiento de estas instituciones, el municipio ha implementado medidas de apoyo directo, trabajando en conjunto con los clubes para atender sus necesidades más urgentes. “Sabemos que los clubes cada vez están más complicados y por eso es que hacemos un trabajo siempre de cerca, para saber cómo están, para saber si necesitan algún tipo de asistencia y ver cómo desde el municipio podemos llegar a colaborar con ellos para que no tengan que cerrar las puertas o tener que elegir entre abrir un fin de semana y otro no”, sostuvo finalmente Sebastián Bendaña.
El impacto de los aumentos en los servicios trasciende lo económico, ya que amenaza con erosionar la vida comunitaria que gira en torno a estos espacios.
Los clubes barriales no solo ofrecen actividades deportivas, sino que también son puntos de encuentro e integración social. Mantenerlos abiertos es crucial para preservar el tejido social y la calidad de vida de quienes encuentran en ellos un espacio de pertenencia y desarrollo.
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