Un análisis de la situación económica en Tierra del Fuego revela un panorama complejo, con dificultades estructurales que limitan su crecimiento en comparación con otras provincias del país.
Según un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea, la provincia registra una de las recuperaciones más lentas en términos de poder adquisitivo de la masa salarial privada, situación atribuida a la disminución de transferencias nacionales y a una merma en la producción de bienes industriales sustitutos de importación.
El economista Jorge Day, autor del informe, explicó que entre agosto de 2023 y marzo de 2024 se evidenció una caída del 8% en el poder de compra de la masa salarial a nivel nacional. Desde ese punto, se ha observado una lenta recuperación impulsada más por aumentos salariales que por la creación de empleo.
Sin embargo, no todas las regiones experimentaron esta mejora de manera uniforme. “Varias provincias pequeñas, como Tierra del Fuego, dependen en gran medida de los fondos nacionales, especialmente de las transferencias discrecionales, que se redujeron a un mínimo”, señaló Day.
El contexto local refleja una fuerte dependencia de la matriz productiva de cada región. Provincias como Neuquén, Río Negro y Chubut se han beneficiado del impulso energético gracias a la explotación petrolera y, en el caso de Neuquén, al desarrollo de Vaca Muerta. Estas jurisdicciones muestran un panorama más alentador, liderando la recuperación económica.
En contraste, Tierra del Fuego, al igual que varias provincias del norte argentino, enfrenta serias dificultades para reactivar su economía.
Un dato distintivo del informe es que solo dos jurisdicciones, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y La Rioja, llegaron a agosto de este año con peores salarios reales que los registrados en marzo. Aunque Tierra del Fuego no forma parte de este reducido grupo, su recuperación sigue siendo lenta en comparación con el promedio nacional.
El efecto de la disminución del poder adquisitivo no solo afecta a los trabajadores, sino que también repercute en el comercio local. Day advirtió que “una consecuencia de un menor poder de compra de la población son las menores ventas”. En este sentido, la situación de Tierra del Fuego podría tener un impacto prolongado en el mercado interno, considerando la baja capacidad de recuperación del poder adquisitivo de su población.
A pesar de este panorama, el economista vislumbra algunos factores positivos para el futuro próximo. Entre ellos, destacó la gradual recuperación económica a nivel nacional y el efecto beneficioso de un dólar oficial rezagado respecto de la inflación, lo que podría traducirse en una mejora del poder adquisitivo y en un incremento de las ventas internas.
No obstante, Day advirtió que estos factores positivos podrían ser temporales, especialmente en provincias como Tierra del Fuego, donde la estructura económica presenta desafíos más profundos.
Finalmente, la continuidad de ciertas políticas nacionales, como la reducción de las transferencias discrecionales, podría mantener en aprietos a provincias muy dependientes. “Aunque complicará a las jurisdicciones que cuentan con pocos recursos para desarrollar su actividad económica, se lo puede considerar como un fenómeno transitorio, porque no pueden seguir cayendo más esas transferencias”, concluyó el economista.
Según se desprende del informe, Tierra del Fuego, en el actual escenario, se encuentra en una encrucijada en la que deberá redefinir su rumbo económico para garantizar un crecimiento sostenible.
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