El concejal de Río Grande Federico Runín, del bloque Forja, se refirió a una serie de iniciativas que avanzan en el Concejo Deliberante con el propósito de mejorar la seguridad vial en diversos barrios de la ciudad, en respuesta a solicitudes vecinales. Entre las problemáticas más urgentes se destacan el sentido de circulación de ciertas calles y la instalación de nuevas garitas de espera, ambas recurrentemente demandadas por los vecinos.
Durante una entrevista en ((La 97)) Radio Fueguina, Runín explicó: “Recibimos a una vecina del barrio AGP, también en encuentros anteriores habíamos recibido vecinos de ese barrio de la ciudad, con planteos vinculados a señalética vial, reductores viales, garitas, sentido de circulación de algunas calles. Había una preocupación de la vecina respecto de la velocidad por la que circulan en las dos avenidas, O’Higgins y Pacheco”.
Esta preocupación ha sido un común denominador entre vecinos de distintas zonas, quienes expresan su inquietud por la velocidad excesiva de los vehículos en áreas residenciales. “Es una demanda que viene de distintos barrios, la preocupación sobre el tema de la velocidad, porque el hecho que se pida más de un reductor, hace que a las claras se está marcando una luz amarilla en ese sentido”, puntualizó Runín.
La instalación de reductores y el establecimiento de sentidos únicos de circulación son, según el concejal, medidas que el Concejo puede proponer, dejando al Ejecutivo municipal la implementación efectiva. “Uno desde el Concejo Deliberante puede elegir herramientas para poner a disposición del Ejecutivo Municipal y el Ejecutivo las pueda llevar adelante”, aclaró.
En el barrio AGP, por ejemplo, tres proyectos en curso buscan abordar integralmente estas cuestiones de seguridad vial. “En ese sector en particular hay tres proyectos en el Concejo Deliberante en la comisión que me toca presidir de Tránsito y Seguridad Vial. Uno del PJ, uno el MPF y uno de nuestro bloque de Forja. El objetivo es tratar de trabajar en una herramienta que aborde las soluciones integrales”, explicó el edil.
Además, mencionó un pedido para establecer un sentido único de circulación en la calle Arteche, entre Lisandro de la Torre y O’Higgins, así como la instalación de un reductor en Soneyra y O’Higgins, cercano al Espacio Joven, un punto frecuentado por la comunidad juvenil.
Runín enfatizó la importancia de la participación ciudadana en el proceso de formulación de las herramientas legislativas. “En Forja entendemos que es una premisa de trabajo poder involucrar a los vecinos en el desarrollo de las herramientas legislativas. Por eso es muy valioso, fortalece y enriquece cada uno de los proyectos que salen aprobados del Concejo Deliberante”, sostuvo. Este enfoque busca que los cambios en la circulación sean producto de un análisis de los incidentes reportados, donde la frecuencia de accidentes sugiere la necesidad de un reordenamiento vial. “Los cambios de sentido de las calles, principalmente se deciden porque suelen haber accidentes. Suele suceder que son quizás más angostas que las calles en otros lugares de la ciudad, entonces eso marca la pauta que la reiteración de situaciones de conflicto en términos viales, puede hacer más práctico ir en un sentido o en otro”, detalló el concejal.
Respecto a otras zonas, mencionó demandas específicas para calles entre Anadón y Luisa Rosso, donde también evalúan posibles soluciones en colaboración con los vecinos. “Son también alternativas sobre las cuales nosotros las tenemos en agenda para convocar a los vecinos para poder tratar de generar una herramienta concreta y precisa que es lo que pretendemos hacer como en este caso del barrio AGP”, indicó.
La instalación de garitas de espera es otra demanda relevante y, según explicó Runín, ha requerido multiplicar esfuerzos debido a la alta demanda. “Hemos arrancado del bloque Forja con un solo proyecto, después de haberlo presentado y que se acercaron vecinos, estudiantes, incluso en la comisión que hubo antes de la sesión, de un proyecto lo tuvimos que transformar en tres”, afirmó. Estos proyectos se han expandido para cubrir diversos sectores, como Chacra 4, el barrio Argentino y Casco Viejo, en la zona sur de la ciudad.
La necesidad de contar con refugios adecuados ha sido reiterada en diferentes reuniones con vecinos. “Es un tema elemental que muchos vecinos nos han planteado la necesidad de la falta de garitas y en consecuencia poder abordar desde el Concejo la herramienta legislativa pertinente para ponerla a disposición del Ejecutivo y que el Ejecutivo pueda llevar adelante esos refugios que tan demandados son”, agregó Runín.
La diversidad de situaciones que enfrentan los barrios requiere, según el concejal, un análisis particular para cada zona. “Otros pedidos canalizados también del Concejo, en zonas que lindaban con una vivienda, en ese caso en particular se le pidió al Ejecutivo Municipal es que se pueda analizar la factibilidad”, explicó, haciendo referencia a la necesidad de estudiar la proximidad de las garitas a propiedades particulares y terrenos baldíos.
En algunos casos, incluso, se han realizado visitas al lugar para evaluar de primera mano las condiciones y recabar distintas opiniones vecinales. “En otros casos hemos ido al lugar, más allá del pedido con notas con varias firmas de vecinos en una zona de Chacra 13, nos hemos acercado al lugar y uno se encuentra con situaciones de que hay algunos vecinos que nos han planteado a favor, otros que quizás no tanto y entonces seguimos trabajando en esas herramientas”, concluyó Federico Runín.
La gestión de estos proyectos en el Concejo Deliberante refleja la búsqueda de mejorar la seguridad vial y la infraestructura urbana en Río Grande, respondiendo a una demanda persistente de los vecinos.
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