El intendente de Río Grande Martín Pérez se pronunció sobre la situación del sistema de transporte público, con un costo del boleto que debería rondar los 1.600 pesos. Abordó la cuestión de los subsidios y el impacto de las decisiones políticas a nivel nacional en las tarifas locales.
En declaraciones exclusivas para ((La 97)) Radio Fueguina, Pérez destacó que, a pesar de que el costo de transportar personas en Río Grande es similar al de otras ciudades del país —donde las tarifas oscilan entre 1.200 y 1.500 pesos—, el Municipio ha tomado la decisión de subsidiar el 50% del valor del boleto. Esto significa que, para los usuarios del transporte público, el costo final se reduce considerablemente, una medida que busca aliviar la carga económica sobre aquellos que dependen de este servicio.
El intendente no escatimó en señalar que este subsidio podría haber sido aún mayor si no se hubiera interrumpido el apoyo federal al transporte público.
«Este gobierno cuando asumió tomó la decisión de cortar el subsidio», afirmó Pérez, remarcando que esta decisión ha tenido consecuencias directas en el incremento del precio del boleto.
La falta de subsidios nacionales, en un contexto donde se habla de «déficit cero», ha llevado a un aumento en los costos de transporte que afecta a los ciudadanos.
Pérez argumentó que el concepto de déficit cero a nivel nacional a menudo ignora el impacto real en la vida cotidiana de los ciudadanos, quienes enfrentan tarifas más altas en lo que debería ser un servicio accesible y necesario.
El mandatario sostuvo que a pesar de los desafíos, el Municipio de Río Grande mantiene un enfoque proactivo en la administración de sus finanzas, lo que permite que el costo del boleto de colectivo no se dispare aún más.
«Tenemos un municipio con cuentas ordenadas que puede sostener el boleto de colectivo», explicó el intendente, resaltando el compromiso de su administración con la sostenibilidad del transporte público en medio de un escenario económico adverso.
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