Marta Luchetta, ex empleada administrativa de larga trayectoria en la Cámara de Diputados de la Nación, se pronunció sobre la sucesión de la banca que quedó vacante tras el fallecimiento del diputado Héctor “Tito” Stefani.
En una entrevista con ((La 97)) Radio Fueguina, Luchetta sostuvo que, según su interpretación de la normativa vigente, el escaño debería ser ocupado por el ex concejal de Ushuaia, Ricardo Garramuño, argumentando que la ley es clara al respecto y que cualquier otra decisión respondería más a cuestiones políticas que a una aplicación fiel de la normativa.
Luchetta cuenta con una vasta experiencia en la Cámara de Diputados, donde trabajó durante 48 años, los últimos 18 de ellos como prosecretaria. Con esta sólida carrera en el ámbito legislativo, es una de las voces autorizadas para opinar sobre los procedimientos y reglamentos de sucesión en la Cámara.
Según su análisis, el reemplazo debe seguir el orden y los requisitos establecidos por la ley, dejando de lado cualquier consideración política.
«El texto de la ley es clarísimo», subrayó Luchetta, refiriéndose a la normativa aplicable en caso de vacantes en el Congreso. “Las conveniencias políticas son otra cosa, pero, para eso, la ley determina en su momento quién tiene que asumir en caso de renuncias o fallecimientos, y eso es lo que se tiene que hacer”, argumentó, sosteniendo que las disposiciones legales se limitan a establecer un procedimiento estricto y objetivo para estas situaciones.
Luchetta hizo referencia a la Ley 26.412, que establece las normas para la sucesión de diputados y diputadas. En su artículo 3, la ley especifica que “en caso de muerte, renuncia, separación, inhabilidad o incapacidad permanente de un diputado o una diputada lo sustituirán los candidatos de su mismo sexo que figuran en la lista como candidatos titulares según el orden establecido”.
Esta disposición, según Luchetta, respalda su interpretación de que el cargo debería ser asumido por Ricardo Garramuño, quien cumple con los requisitos de género y figura en la lista correspondiente.
La normativa también aclara que, en caso de agotarse la lista de candidatos titulares del mismo sexo, el reemplazo debe seguir con los suplentes, manteniendo siempre el criterio de género.
“No importan las cuestiones políticas”, insistió, “la ley es clara, hay que seguir el orden de los candidatos de la lista que figuran, de los que integraron y de acuerdo al sexo, varón por varón y mujer por mujer. En este caso, varón; si se termina la lista de candidatos titulares, la ley prevé que hay que seguir en el mismo orden con los suplentes, también con los varones”.
Luchetta señaló que cualquier desviación de esta norma podría estar sujeta a presiones políticas o a una interpretación forzada de la ley, pero insistió en que el marco normativo no debería dejar lugar a dudas. «Deben estar presionando al juez», especuló, en relación a la posibilidad de que se busque una interpretación distinta a la prevista por la normativa vigente. «Además, lo pueden impugnar y pueden hacer alguna presentación, porque la ley establece una cosa, no la pueden modificar porque no les convenga que asuma otra persona».
La experta concluyó su análisis reafirmando la vigencia de la ley y la claridad de sus términos. «No hay vuelta que darle», declaró, subrayando que el procedimiento de sucesión en la Cámara de Diputados debe seguirse de manera estricta y sin interpretaciones flexibles que se aparten de lo que la normativa estipula.
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