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Comparación interanual

Aumentan los casos de diarrea en la provincia

El director General de Epidemiología y Salud Ambiental de la provincia denotó un sensible aumento de casos de diarreas y gastroenteritis detectados en este último tiempo en la provincia.

En Tierra del Fuego se ha registrado un aumento interanual en los casos de diarrea y gastroenteritis, situación que ha llamado la atención de las autoridades sanitarias y que está siendo monitoreada desde la Dirección General de Epidemiología y Salud Ambiental.

Juan Petrina, médico veterinario y epidemiólogo, así como magíster en Sistemas de Salud y director de esta dependencia, describió en detalle por ((La 97)) Radio Fueguina el panorama epidemiológico actual y brindó recomendaciones para la prevención.

Primeramente, explicó que el momento de mayor incidencia de estos cuadros se dio entre los meses de agosto y principios de septiembre, seguido de un comportamiento de «serrucho» con semanas de altibajos, aunque con una tendencia general a la baja. «El pico más grande lo tuvimos en agosto y principios de septiembre. Después empezó el descenso de manera de serrucho, como le decimos nosotros, con altibajos, depende de las semanas, pero con la tendencia siempre en descenso», comentó.

El aumento de casos se ha concentrado mayormente en la ciudad de Ushuaia, aunque también se han observado en las otras ciudades. El tipo de síntomas registrados varía entre diarrea y gastroenteritis, aunque algunos pacientes presentan solo vómitos, siendo las diarreas los casos más frecuentes. “Hasta el momento es Ushuaia la ciudad que más reportó casos. Se trata de diarreas y gastroenteritis en general, ya que hay casos que hay vómitos solamente, pero en su mayoría son diarreas”, afirmó el especialista.

Uno de los aspectos que llamó la atención en el análisis de estos casos es la naturaleza de los agentes causantes. A pesar de la sospecha inicial de una posible bacteria, las pruebas de laboratorio realizadas hasta el momento han resultado negativas en cuanto a la presencia de agentes bacterianos específicos. “Si bien no hay un virus o una bacteria específica -en realidad las bacterias están dando todas negativas en los diagnósticos de laboratorio-, son cuadros más virales, cuadros leves en su mayoría, por suerte que no requieren internación, pero sí se están dando en mayor cantidad, si lo comparamos con años anteriores”, agregó Petrina, quien destacó que el aumento observado se atribuye a virus, con cuadros clínicos generalmente leves que no han requerido hospitalización.

En cuanto a las causas detrás del aumento de casos, explicó que es común observar una mayor incidencia de diarrea durante la primavera, aunque este año los casos han superado levemente el promedio de años anteriores. “Ahora estamos haciendo una comparativa con el promedio de los últimos años y en la comparativa con el año anterior es donde se observa el aumento. Si bien siempre hay un aumento en primavera, es bastante frecuente que tengamos mayor cantidad de casos de diarrea en esta época, son un poco más de casos que los que veníamos reportando el año pasado”, puntualizó.

Respecto de la posible relación de este incremento con el deshielo y la calidad del agua, el especialista descartó una vinculación directa. Si bien el agua podría actuar como un vehículo de transmisión, Petrina aseguró que “si nosotros tomamos análisis a nivel de aguas crudas o posteriores a las plantas potabilizadoras, todos los valores están normales. Es agua apta para el consumo humano en base al Código Alimentario y no podría atribuirse directamente al agua”.

Sin embargo, añadió que una vez que el virus circula, el contagio puede producirse por contacto entre personas, principalmente en entornos familiares o escolares, ya que se trata de agentes virales con una elevada capacidad de transmisión.

Este contexto lleva a las autoridades sanitarias a insistir en la importancia de mantener medidas preventivas, especialmente en una época del año en la que los virus encuentran condiciones más propicias para su propagación.

Entre las recomendaciones, Petrina subrayó el lavado frecuente de manos, especialmente antes de consumir alimentos, después de usar el baño y durante la manipulación de alimentos. “Son virus que tienen cierta facilidad de transmisión y que por las condiciones climáticas ahora comienzan a tener mayor facilidad de circulación y ahí es donde hay que ajustar un poco las medidas preventivas como es principalmente el lavado de manos antes de consumir alimentos, después del baño y durante la manipulación de los alimentos”, concluyó.

El monitoreo de estos casos de diarrea continuará en las próximas semanas, mientras se refuerzan las campañas de prevención para minimizar el impacto de estos virus de transmisión rápida en la comunidad.

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