A medida que se acerca el final de octubre, la popularidad de Halloween se manifiesta en celebraciones cargadas de disfraces aterradores y películas de terror. Sin embargo, en contraposición a esta festividad, la comunidad de la Iglesia Pentecostal Argentina, Anexo Chacra II, busca ofrecer un espacio de alegría y luz a través de la actividad conocida como “Octubrillante”, una iniciativa que promueve valores positivos y diversiones sanas para los niños.
La historia de “Octubrillante” comienza en 2009, cuando una madre preocupada por las implicaciones de Halloween decidió hacer algo al respecto.
Patricia Velázquez, maestra de la escuela bíblica de la iglesia, recuerda cómo todo comenzó: “Nació como una alternativa diferente a lo que es la fiesta de Halloween. Una mamá, al ver que su hijo quería participar en Halloween, decidió proponer algo diferente, entendiendo que no era bueno para él”.
Así, esta madre, que también ejercía como maestra de la escuela bíblica, organizó lo que denominó inicialmente la “Fiesta de la Luz” en Buenos Aires. Esta celebración se enfocó en ofrecer a los niños una experiencia positiva, llena de actividades recreativas que contrarrestan el enfoque oscuro de Halloween.
En 2012, con el apoyo del Consejo Pastoral de Buenos Aires, la festividad evolucionó y adoptó el nombre de “Octubrillante”. “Pensamos en un nombre que nos caracterice, y optamos por resaltar el mes de octubre y la luz que deseamos celebrar”, explica Velázquez.
Así, el último sábado de octubre se convirtió en el día en que todas las iglesias del país y en lugares tan lejanos como Japón se unen para celebrar este evento especial.
Durante “Octubrillante”, los niños disfrutan de juegos, películas, canciones y actividades culinarias, todo con un enfoque en el entretenimiento positivo y la camaradería.
Velázquez enfatiza que “esta fiesta de la luz propone un día donde los niños pueden divertirse sin la carga emocional que a menudo acompaña a Halloween”.
“Hemos visto cómo esta festividad puede dejar huellas profundas, como el miedo a la oscuridad, que a menudo se manifiesta en los niños después de ver películas de terror. Una imagen impactante puede tardar hasta siete años en eliminarse de su memoria. Es necesario ofrecerles una alternativa donde la diversión no implique miedo”, señala.
La propuesta de “Octubrillante” es una respuesta directa a estos temores, buscando crear un ambiente seguro y alegre para los más pequeños.
La Iglesia Pentecostal Argentina, ubicada en Campanela 896, Chacra II, invita a todos a unirse a la fiesta, que se lleva a cabo cada sábado a las 13 horas, coincidiendo con la escuela bíblica.
“Todas las iglesias estamos acercando invitaciones, porque queremos que los niños vivan esta experiencia enriquecedora, que los acompañará más allá de una sola noche”, concluye Patricia Velázquez.
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