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Crisis

La voz de una jubilada de Río Grande ante la situación económica

En una entrevista para ((La 97)) Radio Fueguina, una jubilada de Río Grande, compartió su dura realidad. A pesar de haberse jubilado de su empleo en la Municipalidad, se ve obligada a seguir trabajando. Su historia refleja la lucha de muchos argentinos en tiempos de crisis. Trabaja como conductora de Uber y cuidadora, buscando llegar a fin de mes.

En medio de una crisis económica que parece no tener fin, la historia una jubilada de Río Grande, se presenta como un reflejo de la lucha diaria de muchos argentinos. A sus 63 años, la vecina, que se jubiló hace dos años de la Municipalidad tiene la necesidad de seguir trabajando para poder llegar a fin de mes.

“Me jubilé y trabajo más ahora que cuando estaba en actividad, porque el sueldo no alcanza”, expresó. “En este mes de septiembre, aumentan la nafta, la luz… aumenta todo, pero es lo que nos toca vivir en esta temporada”, destacó.

No solo ha vuelto al campo laboral, sino que ha aumentado su carga de trabajo: “Tengo que trabajar de Uber, y trabajo el doble de cuando estaba trabajando. Además, por la mañana cuido a una abuela, soy cuidadora, acompañante terapéutica”. Esa dedicación se extiende hasta la noche, cuando trabaja hasta las nueve en Uber. “Hago lo que puedo para que rinda el dinero, pero no alcanza para nada, porque todos los días aumentan las cosas”, sostuvo.

Su testimonio expone una realidad inquietante, una crisis que se prolonga por más de 40 años en Argentina. La mujer criticó la inacción del Gobierno nacional y su falta de apoyo a las provincias, sosteniendo que “siempre se vetó la ley de jubilados de aumentos”, recordando los tiempos en que Cristina Fernández de Kirchner rechazó las mejoras para jubilados, como el 82% móvil.

“Hay un gobierno de más de 40 años, con Menem, luego los Kirchner, y ahora Milei. No lo voté a Milei porque no estaba en la isla, pero si hubiera podido, lo habría votado, porque era la única opción que teníamos para sacar al gobierno nefasto que teníamos en ese momento”, expresó indignada.

“No puedo comprar carne, solo lo justo y necesario, y en frutas y verduras lo mismo. Lácteos ya no compro, y la verdad es que son importantes. La leche, el queso, el yogurt”, remarcó la jubilada fueguina.

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