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Agresión en el boliche

La madre de Micaela pidió Justicia por el grave ataque

La mamá de Micaela Benítez, agredida en la puerta de un boliche en la Navidad pasada, refirió la dificultosa recuperación de las lesiones provocadas, que derivaron en varias cirugías. Exigió medidas contra el local y Justicia por el suceso que afectó gravemente a su hija.

El 25 de diciembre de 2023, Micaela Ibarra, una joven de 21 años, fue víctima de un brutal ataque en la puerta del boliche Maldito Ibiza, en la ciudad de Río Grande. El incidente se produjo cuando un fragmento de escombro impactó en su rostro, provocándole graves lesiones que la llevaron a ser sometida a varias cirugías. El agresor, Leonardo Durán, de 22 años, fue imputado por el hecho, pero quedó en libertad. Desde entonces, Micaela enfrenta una lenta y dolorosa recuperación, mientras su madre, Mónica Benítez, clama por justicia y responsabiliza tanto al agresor como al local bailable por lo sucedido.

En declaraciones a ((La 97)) Radio Fueguina, Mónica Benítez describió la ardua recuperación de su hija y las dificultades emocionales y físicas que enfrenta desde el ataque. «Ya son 8 meses desde el día que pasó el incidente. Desafortunadamente mi hija está sufriendo por este hecho devastador en el local bailable Maldito Ibiza. A partir de ese momento del golpe que tuvo ella en la cabeza de un escombro que fue lanzado desde afuera del local, ella sufrió un traumatismo, donde tuvo que ser intervenida quirúrgicamente maxilofacial», relató la madre.

La cirugía, realizada en Ushuaia, consistió en la colocación de dos placas de titanio en la mandíbula y cerca del pómulo, además de la afectación de la nariz, que aún requiere una nueva intervención debido a problemas respiratorios.

A pesar de los avances médicos, Benítez explicó que las secuelas psicológicas y físicas persisten en Micaela. «Micaela está aparentemente bien, hay que esperar, el médico nos dijo que tiene que hacer su vida normal. Pero es difícil, en este momento sufre dolor de cabeza, tiene miedo, su vida normal ya no la va a hacer por un tiempo», afirmó.

Además, subrayó el sufrimiento emocional que tanto su hija como la familia han enfrentado desde aquel fatídico día. «Es difícil lo que ella pasó. Yo no se lo deseo a nadie, ninguna madre que esté pasando por lo que nosotros estamos pasando, la familia. Está pasando muy mal, muchos no saben cómo quedó el rostro de Micaela», añadió.

También criticó duramente la falta de acción por parte del boliche Maldito Ibiza y de las autoridades durante y después del incidente. «El local este tiene seguro, porque ellos no se hicieron cargo en ese momento como tiene que ser, el protocolo a seguir. Ellos se manejaron mal desde un comienzo», expresó.

Relató que el personal de seguridad del boliche actuó de manera incorrecta al enfrentarse con los agresores en lugar de llamar a la policía. Según Benítez, esta decisión derivó en el trágico desenlace para su hija. “El chico viene con bronca, porque yo vi cuando ellos lo tiraron al piso, lo tenían ahí, bueno, el chico vuelve y tira el escombro y le llegó a mi hija”, explicó.

Mónica también denunció la falta de asistencia médica inmediata. «Me dijeron que no llegó la policía. Tampoco se dignan en llamar la ambulancia, por lo menos. La levantaron a mi hija cuando no la tendrían que levantar», señaló, sugiriendo que ese movimiento inapropiado pudo haber empeorado las lesiones de su hija. Además, destacó la insensibilidad del personal del boliche, que continuó con las celebraciones tras el incidente. «Con mi hija no se comunicaron, nadie de nadie. Yo creo que no fueron humanos», lamentó Benítez.

Reclamo de Justicia

A medida que el caso avanza, la familia de Micaela contrató a un abogado para representarlos en el proceso judicial. Sin embargo, Mónica expresó su frustración ante la libertad del acusado. «El que tiró el escombro está imputado, pero salió, porque no puede quedar en la cárcel. Porque él no mató a mi hija, o sea que tenía que mi hija morir para que fuera a la cárcel o tomar otras medidas», expresó con indignación.

Además, hizo un llamado a la magistrada que lleva el caso, para que actúe con celeridad y firmeza. “Quiero que la jueza Cecilia Cataldo, no sé si es madre, pero yo quiero que ella se ponga la mano en el corazón y diga ‘bueno, sí, yo hago algo’. Que se haga justicia”, demandó la madre.

Mónica también manifestó su preocupación por la seguridad en el boliche, argumentando que el establecimiento sigue operando sin cambios significativos tras lo ocurrido. «El local Maldito Ibiza no puede seguir, porque están ocurriendo otros hechos lamentables, pasó hace dos semanas con dos chicas más golpeadas», alertó.

La madre de Micaela confía en que la justicia tome las medidas necesarias para evitar que episodios como este se repitan en el futuro. «Yo como madre confío plenamente en la justicia, quiero que esto no vuelva a suceder con otros chicos o chicas que van a ese local», enfatizó.

El impacto del ataque en la vida de Micaela ha sido devastador. Según Mónica, su hija ha perdido la confianza y el deseo de salir de su casa. «Nos cambió la vida nosotros, porque Micaela ya no es la misma. Ella no quiere salir, tiene miedo, y yo la entiendo», comentó. Los dolores de cabeza constantes y las complicaciones derivadas de las placas de titanio han obligado a Micaela a interrumpir sus estudios universitarios. «Empezó la facultad, lo hizo virtual y después no pudo seguir por el dolor de cabeza», contó la madre.

Afortunadamente, Micaela ha recibido atención médica adecuada, pero la familia sigue esperando que se haga justicia por lo sucedido. «Gracias a Dios el cirujano muy bien la atendió a mi hija», concluyó Mónica Benítez.

A pesar de los meses transcurridos, la familia Ibarra-Benítez sigue esperando respuestas y medidas concretas por parte de la justicia y del boliche Maldito Ibiza, con la esperanza de que lo ocurrido no quede impune y que ningún otro joven sea víctima de situaciones similares.

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