El próximo miércoles 2 de octubre, la ciudad de Río Grande será escenario de una marcha convocada en defensa de la universidad pública. Esta movilización, organizada por estudiantes y respaldada por diversos sectores de la comunidad educativa y social, busca expresar su rechazo ante la posibilidad de que el presidente Javier Milei vete la Ley que establece el presupuesto universitario. La medida ha generado gran preocupación en las instituciones académicas del país, y en Tierra del Fuego el llamado a las calles refleja el temor por las consecuencias que esta acción podría tener para el futuro de la educación superior.
Antonela Vega, presidenta del Centro de Estudiantes del Frente de Estudiantes Universitarios Fueguinos (F.E.U.F), es una de las voces detrás de la convocatoria. En declaraciones a ((La 97)) Radio Fueguina, destacó la importancia de la movilización no solo en defensa de la universidad pública, sino también en relación con «todos los derechos que nos han arrebatado a lo largo de este nuevo mandato». Según Vega, la marcha no es solo una reacción al posible veto presidencial, sino también un reclamo más amplio en contra de una serie de decisiones políticas que, en su opinión, han afectado negativamente a diversos sectores de la sociedad.
«Estamos acompañados de jubilados, de docentes, no docentes, estudiantes de distintas universidades, centros de estudiantes, que hoy en día estamos peligrando todos como comunidad», expresó. La convocatoria no se limita a los estudiantes universitarios, sino que incluye a distintos actores sociales que se sienten amenazados por las políticas actuales. Esta unión entre diferentes sectores refuerza la idea de que la marcha es una expresión de solidaridad entre quienes consideran que la educación pública está en peligro.
El lugar de encuentro será la Plaza de las Américas, desde donde partirá la movilización que recorrerá las calles de la ciudad. Vega destacó que la protesta busca «reclamar esos derechos que nos están sacando sin conciencia, sin esperar el futuro de cómo nos está afectando», reflejando la incertidumbre que predomina entre los jóvenes estudiantes, quienes temen por el impacto que las decisiones del gobierno puedan tener sobre su formación académica y su futuro profesional.
Uno de los aspectos más alarmantes para los estudiantes, según Vega, es la creciente incertidumbre que enfrentan a diario. «Hoy en día es una gran mayoría quiénes son los que se están dando cuenta de estos problemas. Estamos todos los días hablando de lo que está pasando, de lo que puede pasar, es un día a día de incertidumbre y tratar de darle la tranquilidad a esos estudiantes. Es un poquito desesperante porque uno, como representante estudiantil, no sabe lo que va a pasar el día de mañana con este mandato», comentó.
La situación económica de los estudiantes también ha sido un factor clave en la movilización. Muchos de ellos no solo estudian, sino que también trabajan para poder sostenerse, lo que añade una carga adicional de estrés ante la posibilidad de que la educación pública se vea afectada. «En el día a día influye un montón porque son muchos chicos que no saben si van a dejar la carrera, si van a poder irse a trabajar. Muchos son trabajadores, estudiantes y es un poquito desesperante cómo afecta el día a día», señaló Vega. La posibilidad de perder el acceso a una educación pública de calidad es, para muchos, una amenaza que no solo afecta su presente, sino también su futuro.
En este sentido, Vega subrayó la importancia de la universidad pública como una herramienta de inclusión social: «La universidad es la posibilidad que muchos no pudieron. Yo vengo de una familia de donde no estudiaron, no tuvieron la posibilidad de estudiar una carrera universitaria por el tema de trabajar», contó. La universidad pública le permite acceder a una formación profesional que de otro modo no hubiera sido posible, y es precisamente ese derecho el que buscan defender en la marcha.
Finalmente, Antonela Vega expresó con orgullo lo que significa para ella poder formarse en una universidad pública. «Decir que tengo una universidad pública de calidad, poder reforzarme como profesional el día de mañana y poder ejercer de la mejor manera como muchos profesionales hoy en día que salieron de las universidades públicas son los mejores, han recibido premios a nivel mundial», destacó.
La marcha del miércoles será una oportunidad para que la comunidad universitaria y otros sectores sociales de Río Grande levanten su voz en defensa de la educación pública y en rechazo a políticas que consideran amenazan su derecho a un futuro mejor.
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