Recientemente, Argentina ha reportado un aumento en los casos de Viruela del Mono, alcanzando un total de 42 casos confirmados. Esta información fue proporcionada en una entrevista exclusiva con Juan Facundo Petrina, director general de Epidemiología y Salud Ambiental. A continuación, se detallan sus declaraciones sobre la enfermedad y la situación actual en el país.
La Viruela del Mono, aunque conocida desde hace varios años, estaba principalmente circunscrita a regiones endémicas de África Central. Sin embargo, desde 2022, ha habido un incremento significativo en los casos, los cuales comenzaron a diseminarse de manera peligrosa hacia otros continentes, llegando a América Latina, incluyendo Argentina e incluso Tierra del Fuego.
Petrina explicó que el contagio de la enfermedad puede producirse de diversas formas. Existen diferentes cepas del virus, algunas de las cuales tienen una mayor facilidad para transmitirse de persona a persona. Generalmente, los casos suelen ser introducidos por personas que han tenido contacto con infectados, principalmente de zonas donde la enfermedad ha tenido mayor prevalencia.
Los síntomas de la Viruela del Mono pueden ser variados y no siempre específicos. Incluyen fiebre, dolores musculares y lesiones cutáneas en forma de vesículas que evolucionan a pústulas, las cuales pueden formar costras antes de sanar. Estas lesiones, que se concentran en áreas como genitales, tronco, manos, rostro y incluso dentro de la boca, representan las principales fuentes de contagio.
A pesar del aumento en los casos, Petrina destacó que la situación actual es menos grave que en el brote mundial de 2022, donde se observaron números más altos de contagios. Desde agosto de pasado año, la Organización Mundial de la Salud emitió alertas sobre cepas particulares que podrían presentar mayor gravedad, lo que llevó a un mayor monitoreo por parte de los sistemas de salud.
En lo que respecta a Argentina, el director de Epidemiología subrayó que, aunque se han registrado alrededor de 50 casos en 2024, todos pertenecen a la cepa anterior, la cual tiene menos mortalidad.
A pesar de la situación, actualmente no se dispone de un esquema de vacunación contra la enfermedad en el país, dado que las vacunas disponibles se utilizan en poblaciones específicas de las regiones donde la enfermedad es endémica. La estrategia actual se centra, por tanto, en la detección temprana de síntomas y la consulta médica para la confirmación o descarte de la enfermedad.
Con este contexto, es fundamental que la población esté informada y atenta a los signos de la Viruela del Mono, favoreciendo así la detección precoz y el tratamiento oportuno, contribuyendo a la contención del virus en el país.
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