Río Grande fue reconocida en el reciente informe de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) por ofrecer uno de los boletos de colectivo más accesibles del país.
De acuerdo con el Ranking de Tarifas de Colectivos de la Argentina, que analiza las tarifas mínimas vigentes en 58 municipios con transporte público, el boleto en Río Grande se sitúa en el puesto N° 53, con un costo de $587, lo que lo ubica entre los más bajos a nivel nacional.
Este informe, publicado el pasado martes, subraya que los usuarios de transporte público en Río Grande disfrutan de una de las tarifas más económicas del país, superando en accesibilidad a solo cinco otras jurisdicciones. Esta particularidad resalta el compromiso local por mantener una tarifa competitiva y accesible, en un contexto donde los costos del transporte público son una preocupación constante en muchas regiones de Argentina.
Por su parte, Ushuaia, la capital de la provincia de Tierra del Fuego, se encuentra en una posición intermedia en el ranking, ocupando el puesto N° 28 con un boleto mínimo de $800. Esta diferencia tarifaria en comparación con Río Grande pone de manifiesto la variabilidad de los costos de transporte dentro de la misma provincia.
En contraste, los municipios con las tarifas de colectivo más altas del país incluyen Pinamar ($1.591), Cipoletti ($1.510), Pergamino ($1.400), y Bariloche y General Roca ($1.275 cada uno), lo que evidencia una disparidad considerable en los precios a lo largo del territorio nacional.
El boleto mínimo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), tras el último ajuste tarifario, se convirtió en el segundo más bajo del país, solo superado por el de La Rioja, que se mantiene en $300. Otras ciudades con tarifas competitivas son Junín ($500), Mendoza ($550) y San Juan ($560), todas con boletos más baratos que la media nacional.
Las tarifas de transporte público en Argentina reflejan no solo la situación económica y social de cada región, sino también las decisiones de política pública a nivel local en materia de movilidad urbana.
En el caso de Río Grande, mantener una tarifa baja puede interpretarse como un esfuerzo consciente por facilitar el acceso al transporte, especialmente en un contexto económico difícil, donde la inflación y los aumentos en otros servicios esenciales afectan de manera significativa el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Además, cabe destacar que ciertos grupos de la población, como los beneficiarios de programas nacionales como el Monotributo Social, PROGRESAR, la Asignación Universal por Hijo, entre otros, tienen derecho a un descuento del 55% en el costo del boleto.
Río Grande sobresale así por mantener una de las tarifas de colectivo más accesibles del país, situándose en una posición favorable en el ranking nacional, realidad que refleja una gestión de los costos del transporte público que beneficia a los ciudadanos con un transporte público económico, en tiempos de incertidumbre.
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