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Chicos Que Crecen

Ivana, profesional con una historia de superación y pasión por la nutrición

En el segmento «Chicos que crecen» del programa «Un Gran Día», Ivana Ibarra, relató su inspiradora historia. La joven nutricionista, oriunda de Río Grande, habló sobre sus luchas con la obesidad y su camino hacia una carrera en Nutrición. En la entrevista por ((La 97)) Radio Fueguina, envió un mensaje de superación para adoptar hábitos saludables.

Ivana Ibarra es un ejemplo de perseverancia y pasión por la nutrición. Nacida en Río Grande, esta joven profesional ha recorrido un camino lleno de desafíos, desde sus luchas personales con la obesidad hasta convertirse en nutricionista en Córdoba. 

En una entrevista durante el segmento «Chicos que crecen» del programa «Un Gran Día» en ((La 97)) Radio Fueguina, Ivana compartió su emotiva historia, revelando cómo su experiencia personal la llevó a optar por una carrera que, en sus inicios, no era tan reconocida como hoy.

Desde temprana edad, Ivana sintió la presión de lidiar con problemas de peso. «Estudié más que nada en ese momento porque yo hacía muchas dietas cuando era adolescente», recuerda. Su interés por la nutrición se despertó cuando su madre la llevaba a consultar con nutricionistas, y en su paso por la secundaria, conoció a una profesora que era nutricionista. «Ahí me gustó y me anoté a estudiar nutrición», destacó.

«Luché con la obesidad hasta los veintitantos», mencionó y reconoció que el camino hacia un estilo de vida saludable es largo, y que la clave estaba en combinar hábitos alimenticios correctos con actividad física. «Creo que comencé a comer frutas a los veintitantos», sostuvo, reflejando cómo su entorno familiar no promovía estos hábitos saludables.

Ivana se graduó en la Universidad Nacional de Córdoba y al principio pensó que la nutrición era exclusivamente sobre la pérdida de peso. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de la amplitud de la disciplina. «No veía lo amplio que abarcaba la nutrición, que es en prevención, en tratar enfermedades, en tratamiento y rehabilitación», expuso.

La carrera abarca diversas áreas, incluidas cuestiones sociales y educativas, lo que la alejó de la idea de que ser nutricionista era trabajar en un consultorio privado tranquilo. «Me tocó en Córdoba, que tiene mucha parte social, con numerosos proyectos de nutrición y educación», comentó.

Desde sus primeros pasos en la educación primaria en el jardín María Auxiliadora y la escuela 10, hasta su paso por el CIERG, Ivana ha estado profundamente conectada con su ciudad natal. Después de graduarse, comenzó a trabajar como nutricionista aproximadamente un año después de obtener su título.

«Al principio trabajé en una fábrica y, con el apoyo de mi padre, me mudé a Córdoba». Aunque vivió incertidumbres y el deseo de regresar a Río Grande, siempre se sintió respaldada por su familia. «Mi viejo siempre me bancó en todas mis indecisiones», dice con gratitud.

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