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Textiles en crisis

Barpla paralizó su producción y hay incertidumbre

Trabajadores de la empresa textil Barpla atraviesan una seria situación de incertidumbre a raíz de la paralización total de la producción. El delegado de la planta relató el angustiante panorama que afecta a los 40 empleados, mientras esperan soluciones.

La situación de los trabajadores de la empresa textil Barpla en la ciudad de Río Grande ha alcanzado un punto crítico tras la paralización total de la producción. En medio de un panorama de incertidumbre y preocupación, los 40 empleados de la planta enfrentan un futuro incierto mientras esperan que las reuniones programadas para esta semana arrojen alguna solución a la crisis que afecta a la empresa.

Germán Resquín, delegado de la planta, describió por ((La 97)) Radio Fueguina el difícil momento que atraviesan: «Nada bueno. Hoy nos encontramos totalmente paralizados dentro de la planta, ya no hay más trabajo como para el sistema productivo, así que directamente se paraliza toda la planta». La preocupación es palpable entre los trabajadores, quienes comenzaron a manifestarse fuera de la fábrica, buscando respuestas y soluciones inmediatas.

Resquín señaló que la empresa enfrenta una situación que se ha visto agravada por decisiones políticas a nivel nacional. Según él, «por una decisión política nacional hoy directamente no tenemos habilitaciones de nada para poder producir, así que directamente la empresa paraliza todo lo que sea productivo dentro de la planta». Esta falta de habilitaciones deja a la empresa sin la capacidad de operar, lo que llevó a la paralización completa de las actividades.

El delegado también hizo referencia a la falta de información con la que se encuentran tanto los trabajadores como los delegados. Explicó que «hay cosas que directamente nosotros no participamos como trabajadores ni como delegados, no tenemos toda la información directa que lo tiene el dueño más que nada o algún organismo nacional». La incertidumbre se agrava debido a la falta de claridad en los motivos específicos que llevaron a la paralización, ya que según Resquín, en la resolución de la Comisión del Área Aduanera no se identificaron claramente los puntos que la empresa debía cumplir.

En este contexto, se espera que esta semana se realice una reunión en la que el gobierno nacional debería asumir un rol activo en la situación de Barpla. Resquín comentó: «Lo único que está ahora en veremos, es que el gobierno nacional se va a hacer cargo de la situación de Barpla, donde esta semana se va a transmitir una reunión para ver cuál es el camino que tiene que demostrar Barpla». Sin embargo, los trabajadores continúan en la incertidumbre respecto a los detalles de esta posible intervención y cuáles podrían ser los próximos pasos para asegurar la continuidad de la empresa.

La posibilidad de una suspensión de actividades es constante en las discusiones recientes, aunque los trabajadores rechazaron esta medida en repetidas ocasiones. Al respecto, Resquín advirtió que «si no sale una reunión específica y no hay una visión buena para el desarrollo de esta empresa, directamente seguro que ya no se va a poder sostener y nos van a plantear una suspensión directa».

La planta emplea a 40 personas, según informó: «Toda la planta somos 40 personas que dependemos de esta empresa. Muchos jóvenes, la mayoría son jóvenes, el más antiguo va a cumplir 20 años en la planta, la mayoría tenemos entre 10 y 15 años», detalló Resquín, subrayando el impacto que el cierre de la planta tendría en la vida de los empleados y sus familias.

El ambiente dentro de la fábrica es de gran preocupación, con los trabajadores enfrentando un futuro incierto. «El trabajador piensa cada cosa, que no van a estar, que la empresa va a cerrar, que va a pasar mañana, nuestros hijos en el futuro. Es una problemática amplia, se vive una angustia terrible», expresó el delegado.

Mientras la producción disminuyó en los últimos seis meses, hasta llegar a un punto muerto, la esperanza de los trabajadores se centra en la posibilidad de que las reuniones de esta semana puedan brindar una salida a la crisis. Sin embargo, el futuro de Barpla y el sustento de sus empleados siguen siendo inciertos.

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