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Nación

Reformas en la Inteligencia de Argentina: La resurrección de la SIDE

Cambios trascendentales en el sistema de inteligencia estatal despiertan polémica. En un regreso con nombres relacionados al menemismo, la actual gestión nacional recupera el nombre de la Secretaría de Inteligencia del Estado, organismo denunciado por hechos vinculados al atentado de la AMIA.

El regreso de la SIDE marca un hito en la historia de la inteligencia nacional, generando debate y controversia por su oscuro pasado y el retorno de nombres vinculados al menemismo.

El Gobierno argentino dio a conocer los cambios que se llevarán a cabo en el área de Inteligencia. En un movimiento que coincide con el 30 aniversario de la Amia, la gestión de Javier Milei anunció el resurgimiento de la SIDE, disolviendo la AFI y posicionándola como el órgano principal del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN).

Este renacer de la SIDE, con Sergio Neiffert al mando y la incorporación de otras figuras, representan el retorno a un pasado cargado de controversias, ligado al Menemismo e incluso al atentado a la AMIA.

Desde el Gobierno comunicaron que el nuevo sistema «permitirá la consolidación de una visión estratégica y moderna que garantizará el balance entre las distintas agencias, alejando cualquier interés personal, partidario o contrario al engrandecimiento de la Patria».

El regreso a la denominación SIDE, que estuvo inactiva desde 2001, incluye la creación de cuatro organismos bajo el paraguas del área, cada uno con un enfoque específico en ámbitos como recopilación de información estratégica, seguridad nacional, ciberseguridad y supervisión interna.

La SIDE fue descontinuada en el año 2001 tras la aprobación de la Ley 25520 de Inteligencia. Desde entonces, entre 2001 y 2015, se estableció la Secretaría de Inteligencia, la cual fue reemplazada en 2015 por la creación de la AFI bajo el mandato de Cristina Fernández de Kirchner.

La designación de personas como Juan Bautista «Tata» Yofre y Alejandro Walter Colombo, generó preocupación en sectores de la oposición, resaltando la conexión con el menemismo y planteando interrogantes sobre la dirección que tomará el nuevo sistema de inteligencia.

El enfoque del Gobierno sugiere un intento de alejarse de prácticas como el espionaje interno y la persecución política, denunciadas en gestiones anteriores.

La participación del asesor presidencial, Santiago Caputo, en la concepción de esta nueva estructura generó las críticas del diario Página 12. Como antecedentes en la materia por parte de Caputo, el medio publicó que “estudió tres años Ingeniería en informática en la Facultad de Ingeniería del Ejército, pero abandonó su proyecto cuando el agente que lo estaba reclutando le dijo que ese mundo “era una mierda”, que “no había laburo real” y que “eran todos unos ñoquis”.

El pasado lunes por la noche, en un comunicado desde Casa Rosada se denunció que la AFI «fue utilizada para actividades espurias como el espionaje interno, el tráfico de influencias y la persecución política e ideológica».

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