Mónica Aldavez se encuentra en la primera línea de batalla contra el clima extremo en la ciudad de Río Grande. Con una dedicación inquebrantable, trabaja para mantener la producción en su chacra a pesar de las complicaciones generadas por los fríos intensos y los congelamientos, especialmente durante esta desafiante temporada de invierno 2024.
Mónica se enfrenta a la difícil tarea de cuidar a sus gallinas, asegurando que estén secas, limpias, bien alimentadas y con acceso a suficiente agua. Su compromiso con la calidad de vida de sus animales es fundamental garantizar una alimentación sana para los vecinos y vecinas que consumen el producto.
En una entrevista con el programa “Un Gran Día”, Mónica compartió los problemas que ha enfrentado debido a las inclemencias del clima en los últimos días. Narró la intensa jornada en la que, debido a fuertes lluvias, se vio obligada a permanecer hasta altas horas de la madrugada cuidando a las gallinas y colocando tarimas y nylon para cubrir ventanas y prevenir mayores daños por el exceso de agua.
“Hemos tenido complicaciones en estos días que llovió mucho y ese día que llovió mucho en particular tuvimos que andar a veces hasta la 1 de la mañana cuidándolas, poniendo tarimas, porque demasiada agua corría por todos lados”, expresó Mónica
Con una trayectoria de 16 años, Mónica explicó que intensifica sus esfuerzos en la producción de huevos, con el objetivo de promover la soberanía alimentaria, reducir la dependencia de la importación de alimentos y brindar productos de mejor calidad.
“A la gente le gusta la producción local y tenemos que aprovechar eso y ver y hacerle ver, por eso me encanta que nos hayan venido a visitar en esta situación del clima, porque hay mucha gente que por ahí sí cree en las gallinas y todo, pero estas son gallinas de patio, no son gallinas que están en jaula, y es otro el movimiento el que hay”, expresó la productora.
En este marco, Mónica destaca la importancia de la producción local y el valor de ofrecer a la comunidad alimentos frescos y de calidad.
“Está bueno que vean y que sepan que están comiendo los huevos frescos y gallinas no estresadas, porque andan en el patio, arriba la nieve un rato, se distraen y después de nuevo otra vez a su gallinero, las gallinas felices, porque yo siempre digo que no tienen gallos”, bromeó la emprendedora.
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