La sede central del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) fue el escenario de una importante reunión entre gremios industriales y cinco gobernadores de distintas provincias argentinas, cuatro de quienes no avalaron el Pacto de Mayo impulsado por Milei, entre ellos el mandatario de Tierra del Fuego Gustavo Melella.
El encuentro, convocado por la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA), tuvo como objetivo central expresar el rechazo a las reformas impulsadas por el gobierno de Javier Milei, especialmente aquellas relacionadas con la reforma laboral y otros decretos y leyes recientemente promulgados.
Bajo el lema “Sin industria argentina no hay empleo”, los gremialistas y mandatarios provinciales presentes manifestaron su preocupación por el impacto negativo que las políticas del gobierno actual están teniendo sobre la industria y el empleo en el país.
El evento contó con la presencia de los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). La asistencia de Zamora, quien previamente había apoyado a Milei en un acto en Tucumán, fue especialmente notable y recibió una cálida bienvenida por parte de los organizadores.
La reunión se centró en un detallado informe elaborado por la CSIRA, que subraya el “contexto complejo y recesivo” que enfrenta la industria argentina. Según el documento, en los últimos tiempos se han dado de baja 330,000 cuentas sueldo y el 65% de las empresas consultadas reportan caídas en ventas superiores al 15%. Esta situación ha llevado a despidos, retiros voluntarios y suspensiones en un gran número de fábricas, lo que ha afectado tanto a la capacidad productiva como al cumplimiento de las obligaciones laborales.
Durante el encuentro, Ricardo Pignanelli, titular de SMATA, destacó la importancia de la industria como un pilar fundamental para el desarrollo económico del país. «Si hay una salida, es por el lado del trabajo», afirmó. En sus declaraciones, también subrayó la necesidad de un acuerdo que involucre a trabajadores, sindicatos, empresas y el Estado para sostener el empleo y ofrecer oportunidades a las nuevas generaciones. “No voy a denostar nunca la riqueza del campo, de la minería, y de la energía con los combustibles, porque son las principales palancas del país, pero tenemos que darle valor agregado con una industria fuerte”, agregó Pignanelli.
El gobernador Gustavo Melella, junto con sus colegas, reafirmó su oposición a las reformas de Milei, argumentando que estas no sólo afectan negativamente a la industria, sino que también ponen en riesgo los puestos de trabajo y la estabilidad económica de sus provincias. Este grupo de gobernadores había decidido no adherir al Pacto de Mayo, un acuerdo promovido por el gobierno nacional que incluye varias de las reformas ahora cuestionadas.
Por su parte, Gerardo Zamora, cuya presencia en el encuentro generó expectativas debido a su apoyo previo a Milei, explicó su postura y recibió comprensión por parte de los dirigentes sindicales. Pignanelli comentó al respecto: “Conozco a Zamora hace años y lo entiendo. Es un tipo íntegro que reconvirtió a Santiago del Estero, le toca conducir una provincia con pocos recursos. La debe estar pasando mal. Considero así a la mayoría de los gobernadores”.
El informe presentado por la CSIRA también cuestionó la necesidad de una reforma laboral tal como la plantea el gobierno libertario, argumentando que tanto el sector laboral como el empresarial ya han realizado los ajustes necesarios para enfrentar los nuevos desafíos sin modificar la reglamentación vigente. «Prueba de ello son los trabajos por actividad sectorial de los planes estratégicos que han realizado empresas y sindicatos asistidos por Universidades Nacionales, públicas y privadas”, destacaron los gremialistas.
Al finalizar el encuentro, los presentes acordaron mantener una línea de acción conjunta y anunciaron una próxima reunión en el plazo de un mes para actualizar y profundizar las estrategias a seguir. La unidad entre los gobernadores opositores y los sindicatos industriales refleja la creciente preocupación por el rumbo económico del país y la determinación de buscar alternativas que protejan el empleo y promuevan el desarrollo industrial argentino.
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