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No a las salmoneras

Lovece: “Cherñajovsky quiere llenar de jaulas el canal para dar trabajo a 75 personas”

El dueño de Newsan reavivó la idea de promover la salmonicultura a gran escala en Tierra del Fuego. Para ello, buscan derogar la ley que lo prohíbe. Julio Lovece aportó su autorizada palabra a la polémica.

La propuesta del empresario Rubén Cherñajovsky de incorporar la salmonicultura a gran escala en el canal Beagle, promoviendo la Ley que prohíbe diversos métodos para su producción, ha reavivado el debate sobre la viabilidad y las implicancias de esta industria en la provincia.

Julio Lovece, presidente de la Fundación Ushuaia XXI, por ((La 97)) Radio Fueguina se pronunció con firmeza en contra de esta iniciativa, argumentando que representa un riesgo significativo para el ecosistema y las industrias locales ya establecidas.

Cherñajovsky, conocido por su rol como titular de la empresa Newsan, sugirió que la implementación de la salmonicultura podría generar empleo, para aproximadamente 75 personas, según Lovece. Sin embargo, esta propuesta ha sido recibida con escepticismo y oposición por parte de diversos sectores, incluidos ambientalistas y científicos.

Lovece destacó que la ley que actualmente prohíbe ciertos métodos de salmonicultura en Tierra del Fuego fue el resultado de un proceso de debate y consenso que duró al menos tres años, involucrando a profesionales de diversos sectores, incluidos científicos y empresarios turísticos. “La ley ha sido consensuada y ha sido un ejemplo en cuanto al proceso y a la posibilidad de opinar y de poder incluir cualquier inquietud que surgiera de cualquiera de los sectores”, señaló.

El titular de la Fundación Ushuaia XXI expresó su molestia ante la simplificación del proceso legislativo, señalando que la ley no es simplemente el resultado de la presión de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, sino un esfuerzo colectivo para proteger el ecosistema local.

Lovece argumentó que el modelo de salmonicultura propuesto es similar al que se utiliza en Chile, el cual ha demostrado ser altamente dañino para el ecosistema. Explicó que dicho modelo, implementado mayoritariamente por empresas noruegas en aguas chilenas, ha resultado en la contaminación de bahías y la destrucción de la pesca artesanal local.

“En Chile es tal el grado de contaminación que generan en esas bahías, que se van mudando a otras bahías porque no pueden sostener el mismo proceso porque requieren aguas prístinas. Entonces se van mudando y esta es la razón por la cual están yéndose cada vez más hacia el Sur, y hoy quieren ignorarse en el canal”, sostuvo.

Además, señaló que el canal Beagle ya es un recurso utilizado por diversas industrias, incluyendo el turismo y la pesca artesanal, que sustentan la economía y la cultura gastronómica de la región. “El canal ya está siendo explotado, entre comillas, ya está siendo utilizado por el turismo, por otras industrias, por la pesca artesanal, que le da sustento a la cultura gastronómica del lugar”, explicó.

Más sano, más caro

Julio Lovece sugirió que Rubén Cherñajovsky podría considerar métodos alternativos de salmonicultura que sean menos dañinos para el medio ambiente, como sistemas en tierra con piletones que permiten filtrar los desechos. Sin embargo, destacó que estos sistemas requieren una inversión considerablemente mayor, lo que podría ser el verdadero obstáculo para el empresario.

“Es imposible que Argentina pueda replicar el, entre comillas, exitoso modelo chileno. Porque Chile tiene una enorme cantidad de islas y lotes y fiordos que le ha permitido desarrollar la actividad en abundancia, mientras que nosotros tenemos solamente una cuarta parte del canal Beagle, 200 kilómetros desde Bahía Lapataia. Es absolutamente imposible” analizó el experto.

Y a renglón seguido añadió: “Cuando este señor dice que quiere hacer salmones, está diciendo que quiere llenar de jaulas todas las bahías desde Lapataia hasta Moat, solamente para dar trabajo, calculamos a no más de 75 personas”.

Luego enfatizó la importancia de respetar los procesos y los recursos naturales de la región, argumentando que no se puede poner en riesgo el ecosistema y las industrias existentes por los intereses individuales de un empresario. “Creo que el error de este empresario primero es no haber respetado los procesos que ha requerido esta ley”, afirmó.

“Creo que el señor Cherñajovsky, a diferencia de otros empresarios, es un empresario dispuesto a invertir y se ven las inversiones. No se lo lleva afuera, la deja acá en el país, la deja en la provincia y genera puestos de trabajo” consideró por último Julio Lovece. Pero, expresó, “me parece que es uno de los tantos empresarios que a veces no admiten determinados límites. Ellos consideran que sus objetivos de lucro no deberían tener ningún tipo de límite y a veces las reglas del juego están para que la sustentabilidad de una empresa no perjudique la sustentabilidad de otras”.

El debate sobre la implementación de la salmonicultura en Tierra del Fuego continúa, con voces como la de Lovece destacando los riesgos y abogando por un enfoque más sostenible y respetuoso con el medio ambiente y la comunidad local. Mientras tanto, la propuesta de Cherñajovsky sigue siendo objeto de escrutinio y discusión, con implicancias que podrían definir el futuro de esta región única.

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