Como corresponde protocolarmente, el gobernador Gustavo Melella dio su discurso por el Día de la Provincia sin adentrarse en cuestiones político-partidarias y apuntó, principalmente, a la necesidad de desplegar un trabajo tendiente a propiciar el crecimiento de Tierra del Fuego, pese al grave contexto económico y político nacional.
Melella desilusionó, asimismo, a quienes esperaban que, en el marco del discurso en fecha tan relevante, terminara con el misterio y precisara el día de la elección para la reforma constitucional que a fines del año pasado aprobara por ley la Legislatura provincial.
Muy por el contrario, durante la mini conferencia de prensa posterior al acto oficial, el gobernador le bajó el tono al asunto, expresando que “Todo el mundo habla, menos yo” del tema en cuestión.
Aprovechó, no obstante, el interrogatorio periodístico para defender la necesidad de la reforma y hasta tirarles algunos palos a los opositores al proyecto, como también a funcionarios actuales que –a su parecer- verían afectados sus privilegios si se llevan adelante las modificaciones constitucionales que su gobierno propone.
“En 33 años el mundo cambió, se transformó, tenemos otro país, otro mundo, la Constitución no es de nadie, ¿por qué no podemos reformarla?, cuestionó, buscando argumentar en favor del proyecto que ya es ley, pero solo le falta promulgarlo y fijar el cronograma.
Al alentar a los fueguinos a “no quedarnos anclados en el pasado”, enumeró razones para actualizar la Carta Magna provincial: “Tenemos que incorporar los límites nuevos, aplicando el criterio de la Provincia Grande, no está claramente Malvinas en la Constitución, no está la defensa de la 19640, queremos que esté garantizado el acceso a la tierra y la vivienda, que se hable de los alquileres, que Península Mitre esté protegido por la Constitución”, desplegó.
¿Vamos a seguir con cargos que son vitalicios?, insistió el mandatario, apuntando implícitamente al Fiscal del Estado y a legisladores que llevan décadas usando y abusando de la banca.
“Me parece que hay algunos que se atan a esos privilegios”, redondeó, pasando de la defensa al ataque.
Preguntado sobre acusaciones que hablan de que el fondo de la reforma es su propia candidatura a la relección, lo negó rotundamente, destacó el valor de los temas propuestos y desafió al invitar a que “si algunos políticos temen enfrentar a Melella en una elección, si les molesta que Melella sea candidato, que se preocupen por trabajar más por la gente”.
De todos modos, en cuanto a la posibilidad de presentarse como candidato a una segunda reelección, Melella se permitió imponer un toque de suspenso al despacharse con un “se pueden llevar una gran sorpresa”.
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