Este martes 14 de mayo inició el juicio por la muerte del joven de 18 años, Santiago Liquín. El imputado es el conductor Germán Alfredo Sopena, quien fue acusado por homicidio culposo agravado, por la conducción imprudente de un rodado, así como también por lesiones agravadas, ya que en el hecho también fracturó a Matías Berger, amigo y compañero de Liquín. Sopena arribó al debate en libertad.
En la primera audiencia declaró el imputado, quien manifestó una «posición contraria a lo que indicó el testigo», Matías Berger, según indicó el abogado querellante, el Dr. Francisco Ibarra en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina. Sin embargo, la postura que planteó Sopean en su declaración, no quiere decir que «sean correctas o se encuentren apoyadas en las pruebas», resaltó el letrado.
«Sopena dijo todo lo contrario a lo largo del expediente, de las pericias accidentológicas, informes de los peritos intervinientes, a la reconstrucción realizada», manifestó el Dr. Ibarra, remarcando que en la reconstrucción del hecho, el imputado se encontraba presente «y no se opuso».
Retomando esto último, lo cual se hizo mención en la audiencia llevada a cabo este miércoles, se constató que «los jóvenes estaban cruzando la Av. San Martín en dirección hacia el cantero central, situación diferente a la que declaró el imputado», ya que Sopena «indicó desde el primer momento que no los vio«. Según evaluó el abogado querellante, «en su exposición se puso más favorable, de que los chicos salieron de repente, pero esto es contrario a las actuaciones».
Continuando con la línea de la reconstrucción del hecho, el representante de la familia Liquín, detalló que los jóvenes se dirigían hacia el cesto de basura que se encuentra por Hipertehuelche, ya que debían tirar una botella. «Lo chicos iban en sentido ascendente en la vereda de Av. San Martín, transitaban con dirección al cono de sombra, por la vereda opuesta a la de Hipertehuelche. Al momento del siniestro, los jóvenes pretendían cruzar la calle. Para eso, llegaron al cordón del boulevard; Matías estaba pisando el cordón, previo a subir al cantero, y Santiago estaba atrás de él. Ese fue el momento exacto del impacto, en la vereda de enfrente. En frente de esa altura se encuentra el cesto de basura del Hipertehuelche. Nunca llegaron a tirar esa botella. Apareció en el mismo cantero«, detalló.
Al ser consultado por el programa «Radio Noticias», a qué velocidad transitaba el imputado, el Dr. Francisco Ibarra indició que «según las pericias, no era menor a 65 km/h. Ese debería haber sido la velocidad mínima, según se constató».
Asimismo, resaltó que para ello, se realizaron dos mediciones: En el primero, se tomó la posición en donde se encuentran los primeros indicios del impacto, hasta la posición en la que quedaron los cuerpos. En base a esto, se realiza una medición, la cual logró determinar que la velocidad mínima que transitaba Sopena era de 65 km/h.
En tanto, la segunda medición fue la desaceleración del automotor, la cual dio un valor superior, por décimas, a la que arrojó la primera.
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