Hacía mucho tiempo no se veía coincidir en un acto en Tierra del Fuego al gobernador Gustavo Melella y a los tres intendentes: Vuoto, Perez y Harrington.
No deja de ser valorable, aunque la ocasión no permitía otra actitud: es que la provincia como unidad geográfica o política y, principalmente, todos y cada uno de sus habitantes e instituciones están siendo atacados en donde más duele y de un modo feroz.
Como en un juego de pinzas entre el gobierno nacional y las concesionarias privadas –monopólicas- de servicios esenciales, el esquema de tarifas y la quita de subsidios se convierten en un castigo insoportable para los fueguinos.
Lo de insoportable tiene su razón de ser: en virtud de su condición climática, Tierra del Fuego no puede ni carecer ni extremar el ahorro del gas como combustible doméstico, sin padecer los efectos mortales del frío eterno imperante en la región.
Paradójicamente, la que es una de las principales provincias productoras de gas del país se encuentra enfrentando la imposibilidad de afrontar tarifas de niveles exorbitantes, (que aumentaron hasta 2.000 por ciento en un mes) mientras en Buenos Aires (que no produce ni un centímetro cúbico del fluido) las facturas siguen llegando a los hogares con valores de fantasía por lo pequeños.
En este contexto, el transporte público es otro caso a mencionar; desesperados por la quita de subsidios, la eliminación del fondo de reparación y los bruscos incrementos de tarifas, más de 25 intendentes de la Argentina marcharán al Congreso en la primera semana de junio. En esta fotografía se encontrará el Jefe Comunal de Río Grande.
Huelga decir que para el GBA los subsidios sí se mantienen y el costo final del boleto es de hasta un tercio de lo que paga el usuario en cualquier ciudad del interior.
Hay una cuestión de federalismo y defensa de las provincias que nadie puede ignrar y que requiere de mucha unidad para resistir.
Brillaron por su ausencia
En cuanto al gas, Gustavo Melella mandó a transmitir por todos los medios posibles el acto que encabezó, anunciando que irá a la Justicia para pelear en contra del bestial tarifazo reflejado en las facturas de mayo enviadas por Camuzzi Gas del Sur.
Verborrágico, un gobernador indignado habló en términos sumamente beligerantes, reforzado por el apoyo y la compañía no sólo del terceto de alcaldes, sino también (ya sea en forma presencial o por la virtualidad de la videoconferencia) de casi la totalidad de la clase política fueguina.
El “casi” viene provocado por la vergonzosa ausencia (y el silencio atronador) de todos y cada uno de los referentes del partido Republicanos Unidos, un pretendido riñón vernáculo de “La libertad Avanza”, cuyos intereses parecen seguir caminos distanciados de las necesidades angustiantes de los fueguinos. Muy por el contrario, los legisladores y el diputado fueguino, identificados con el liberalismo de Milei, parecen seguir empeñados en aumentar su cuota de poder, arrastrándose detrás del gobierno nacional, en busca también de manotear algo del botín de los organismos nacionales con oficinas en la provincia.
Ya demostró de qué lado estaba el diputado Santiago Pauli pocos días atrás, cuando salió a desmentir a quienes alertaban acerca de que el artículo 88 del proyecto de Paquete Fiscal escondía un riesgo grave para los fueguinos y la Ley 19.640. Nadie lo anunció oficialmente aún, pero en la nueva redacción del artículo 88 ya se modificó ese artículo y aparece estampado el párrafo “Ley 19.640”, tal cual exigían el senador Pablo Blanco y otros que no le creyeron a Pauli que ”el presidente Milei me prometió que no había ningún riesgo”.
Las facturas que debe Camuzzi
Volvamos al acto: El gobernador de Tierra del Fuego, dedicó gran parte de su discurso a cuestionar a la distribuidora Camuzzi Gas del Sur, y aseguró que la Provincia le va a cobrar “la deuda de 48 millones de dólares”.
“Yo escuchaba al gerente de Relaciones Institucionales de Camuzzi –descargó Melella- decir que no hubo aumento”. Para demostrar lo contrario, citó casos particulares que son botón de muestra de la generalidad del tarifazo: “Una biblioteca popular que la sostienen cuatro o cinco vecinos de su bolsillo, pagaba 8.647,99 pesos. Ahora le están cobrando 141.789,61 pesos». “Eso es aumento –confrontó– y los que estamos acá no somos tontos. Un comercio de comidas pagaba 6.900 pesos y ahora paga 96 mil. Un polirrubro pagaba 8.300 pesos y ahora paga 80.500 pesos. Una parada de taxis pagaba 35 mil pesos y ahora tiene que pagar 340.940 pesos. Un club de fútbol pagaba 15.600 y ahora tiene que pagar 398 mil pesos. Una hostería pagaba 60.300 pesos y con este nuevo aumento tiene que pagar un millón 40 mil pesos”, resumió lo que podía ser un listado interminable.
“Hay comedores que tienen que cerrar porque no pueden pagar la factura del gas, y esto se traslada a toda la población, por eso esta presentación la hacemos por todos”, abrazó el mandatario.
«Si esto no es ajuste -desafió- que me digan qué es. Si esto no es un aumento brutal e inhumano, que me digan qué es”.
Por último, el Gobernador reparó en la importancia de la provincia como productora de gas e hizo hincapié en la inversión pública, “de la que luego se aprovechan empresas privadas como Camuzzi”.
«Cuando abra el proyecto Fénix vamos a tener entre un 8 y un 10% más de producción. Tierra del Fuego es la segunda cuenca gasífera más importante del país, y si el resto del país tiene gas, es gracias a los patagónicos”, destacó.
Mirando a su alrededor, añadió: “Por eso hoy estamos casi todos los del arco político unidos, porque nuestro interés es defender a los vecinos. El gobierno invirtió millones de dólares en obras de gas, lo mismo los municipios, con lo cual se termina beneficiando Camuzzi, porque nosotros conectamos a un vecino y ellos empiezan a facturar automáticamente».
«La provincia invirtió 48 millones de dólares, así que la gente de Camuzzi va a tener que ir pensando cómo se lo va a pagar a la provincia, porque se lo vamos a cobrar”, anunció fortalecido, esta vez por los aplausos.
A continuación, Melella brindó una explicación curiosa acerca de por qué Camuzzi se ve beneficiada por una exención impositiva cuestionable: “No les cobramos el uso del suelo y no les cobramos Ingresos Brutos, porque se lo trasladarían a nuestros vecinos automáticamente. No lo van a sacar de sus ganancias y hasta en eso se ven beneficiados”, compartió.
El tema, ahora, excede lo político y se asienta en el terreno de la Justicia. Los jueces no pueden dormirse ni hacer la vista gorda frente a un pedido de amparo. Pero sí suelen acomodar sus fallos al escenario que les propone –justamente- la política.
Mientras tanto, junio está cerca y las nuevas facturas se ciernen como una amenaza aterradora para el bolsillo de los fueguinos.
www.radiofueguina.com/Oscar D’Agostino
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