Tres trabajadores lesionados y un agresor detenido

El representante de la gran mayoría de los choferes y trabajadores de la empresa Citybus, que presta servicio en la ciudad de Río Grande, Juan Carlos Cuenca, denunció la preocupante situación de violencia contra trabajadores agredidos en la madrugada de este jueves, por un grupo de personas, encabezadas por el dirigente gremial de la Unión de Tranviarios Automotor, seccional local, José Zampedri.

El hecho se desencadenó porque Zampedri y seis personas «no vinculadas con los choferes agredidos ni con la empresa» (puntualizó Cuenca), intentaron bloquear la toma del servicio, tras levantarse la medida de fuerza entonces en desarrollo, tras haber arribado a un pre acuerdo con la empresa y el Ejecutivo municipal.

Por ((La 97)) Radio Fueguina, Cuenca aclaró que “hablo en nombre de 52 compañeros que se desafiliaron del gremio, porque no se sienten representados con la conducción local”.

El representante dio cuenta de las positivas negociaciones con la empresa y el Ejecutivo, y señaló que en un momento “se garantizaron que, una vez que se firme el acuerdo entre la UTA, van a estar garantizados los recursos para poner el salario que es lo que veníamos planteando todos los 35.000 trabajadores del país, aquellos que están dentro de UTA y los que están por uso de convenio también”.

En ese marco, y ante el compromiso asumido, “nosotros decidimos con todos estos compañeros unánimemente, que ya no teníamos más nada que escuchar, que fue suficiente para nosotros y decidimos salir a trabajar”.

Así fue como, a las 5 de la madrugada, cuando intentó salir el primer colectivo, “con un objetivo claramente de boicotear la decisión, la voluntad del 90% de los trabajadores, se hizo presente el dirigente sindical local, el señor Zampedri, con seis personas ajenas a la empresa, a la entidad sindical”.

Cuenca relató pormenorizadamente los hechos como se desarrollaron: “Cuando sucede esa situación, se avisa al personal de tráfico, sale a constatar esta situación, el que organiza la salida de todos los colectivos. Cuando sale ese compañero empezaron los insultos para ellos, para los compañeros del lavadero que se acercaron a ver qué estaba pasando, los de mecánica que estaban trabajando, los choferes que se presentan a las 4:30 de la mañana en adelante para salir a trabajar”.

Seguidamente aseguró que los trabajadores fueron insultados y uno de ellos inicialmente agredido: “Ahí es donde hay una reacción de parte de los muchachos a tratar de descomprimir esa situación, entre ellos una compañera que tenemos lesionada, con una lesión visible en el brazo”.

Cuando comenzó la trifulca, se pidió la presencia de la policía, que constató la situación de agresión, concretamente “cómo lo agreden con una madera, el compañero se defiende y salen todos a tratar de defender esa situación o a calmar la situación. El propio policía hace la denuncia en la Fiscalía y esta persona queda detenida” sostuvo Cuenca.

Según confirmaron autoridades policiales, la persona agresora detenida en carácter de incomunicada, es el propio hijo de Zampedri, de nombre Agustín, de 30 años: “Tengo entendido que es el hijo del señor Zampedri el hombre que quedó detenido, que la propia policía ve cuando agregue a este chofer con un palo en las costillas y es adonde queda automáticamente detenido y se le avisa a la Fiscalía”.

El devenir de los hechos de violencia resultó en uno de los delegados con una herida en la nariz, otro conductor, delegado también, con lesiones, y una trabajadora de nombre Cintia con heridas o lesiones en sus piernas.

“Se le solicitó la empresa que intervenga a través de sus abogados, para que también se resguarde la integridad de los trabajadores y se lleven adelante todas las denuncias correspondientes, más allá de las denuncias individuales que van a hacer los compañeros” resumió el referente de los conductores de colectivos.

A modo de conclusión, Juan Carlos Cuenca contextualizó la situación de ataque que sufrieron sus representados, motivada claramente por el solo hecho de que “nosotros decidimos salir a trabajar. Ellos fueron los que no aceptaron esas condiciones. Un dirigente, insisto, con seis personas claramente identificadas por la policía y por los trabajadores, que no tienen nada que ver, que intentaron bloquear y cercenar al 90% de los trabajadores que decidimos salir a prestar el servicio, después de haber dialogado en los términos que corresponden” explicó finalmente, con claridad, Cuenca