En un sorprendente anuncio desde la Casa Rosada, Manuel Adorni, vocero del presidente Javier Milei, comunicó la decisión del Gobierno de cerrar definitivamente el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Este jueves Adorni expresó que la iniciativa responde a «uno de los ideales del presidente Milei, la reducción del Estado y la eliminación de todo lo que no genere un beneficio para los argentinos».
En el habitual encuentro con periodistas, el funcionario enfatizó que la medida es solo el primer paso de una serie de acciones destinadas a desmantelar institutos estatales considerados ineficientes.
Según sus palabras, estas instituciones suelen ser «grandes cajas de la política» o «lugares para generar empleo militante». Además, criticó la gestión de dichos organismos, mencionando que a menudo están dirigidos por «funcionarios de dudosa idoneidad».
El INADI, creado en 1995, fue objeto de una intervención por parte del Gobierno, con María de los Ángeles Quiroga designada como interventora. Adorni destacó que se están llevando a cabo acciones administrativas para proceder con el cierre del instituto, aunque reconoció que los procesos burocráticos podrían demorar la clausura del mismo.
El vocero también citó al presidente Milei, quien destacara la necesidad de achicar el gasto público como una prioridad de su gestión. «No vamos a seguir financiando ni rosca política, ni lugares donde se paguen favores políticos ni donde haya cientos o decenas de puestos jerárquicos en un país que está absolutamente empobrecido», afirmó Adorni, subrayando la determinación del Gobierno de llevar adelante estas reformas.
El cierre del INADI marca un hito en la agenda del Gobierno nacional y despertó un inmediato e intenso debate sobre el papel del Estado y la protección de los derechos fundamentales en la sociedad. Mientras tanto, se espera una amplia discusión en el ámbito político y entre la ciudadanía sobre las implicaciones de esta y otras medidas similares que se esperan.
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