La flamante senadora nacional Cándida Cristina López renunció al cargo de concejal para el que había sido elegida, según informó oficialmente hoy el Concejo Deliberante de Ushuaia.
A la vez que recibió su diploma como edil electa, López fue convocada a ocupar la banca que quedara vacante por fallecimiento del senador Matías Rodríguez, para lo cual prestó juramento y asumió el cargo el pasado 7 de diciembre.
En razón de que el mandato en el cargo nacional expira en 2025, se generó una fuerte discusión política y legal, en razón de que desde la presidencia se buscó que López pudiera licenciar el cargo de concejal, el que asumiría tras cesar su gestión en el Congreso Nacional, con mandato hasta 2027.
Con ese objetivo, el presidente del Cuerpo, Juan Carlos Pino (pareja de la ahora senadora) presentó un proyecto de reforma del Reglamento Interno del concejo Deliberante, disparando una presentación judicial de la oposición política, que aún está a la espera de ser tratada por el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia.
Finalmente, poniendo fin a la controversia (al menos en su caso), Cándida López presentó la renuncia al cargo de concejal “a efectos de que sea considerado por el cuerpo de concejales de la ciudad de Ushuaia”, consigna el comunicado dado a conocer este domingo por el cuerpo.
La senadora López declaró que la “convocaron oficialmente de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación para prestar juramento el día 7 de diciembre como Senadora Nacional en representación de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”.
López dijo que “ante las diversas opiniones vertidas públicamente en los distintos medios, en todo este tiempo he sido muy prudente y no hice declaraciones públicas hasta ser convocada oficialmente por el Senado de la Nación”, y aclaró que “a partir de esa convocatoria oficial tomé la decisión de renunciar al cargo de concejal, el que aún no ejerzo”, amplía la gacetilla de prensa, curiosamente entregada por la dirección de prensa de la institución y no por la propia interesada.
Resta aún saber si el Superior Tribunal se va a avocar a la cuestión, para dar un pronunciamiento definitivo, o considerará la situación ambigua y declinará elaborar un dictamen, en vista de la renuncia y la desaparición consecuente de la controversia.
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