Wintershall Dea, que impulsa junto a sus socios TotalEnergies y Pan American Energy (PAE), el Proyecto Fénix de hidrocarburos offshore frente a Tierra del Fuego, anunció que finalizó la construcción del gasoducto submarino que conectará la futura plataforma con la de Vega Pléyade.
“En Argentina, hubo notables avances en el proyecto Fénix, con la exitosa conexión del gasoducto submarino que conecta la cabeza de pozo de Fénix con la infraestructura existente. A partir de 2025 está previsto que Fénix suministre 10 millones de metros cúbicos de gas al día, lo que supondrá una importante contribución al suministro energético argentino”, dijo el CEO de Wintershall Dea, Mario Mehren, durante una reciente rueda de prensa.
Fénix es parte de la concesión Cuenca Marina Austral-1 en la que Wintershall Dea y TotalEnergies (operador) tienen cada uno una participación del 37,5%, mientras que PAE posee el 25% restante. Actualmente, los cuatro campos de gas Cañadón Alfa, Aries, Carina y Vega Pléyade producen en CMA-1, y ya abastecen el 16% de la demanda de gas natural de Argentina. En el área on shore existen 32 pozos que generan 2 millones de metros cúbicos diarios, mientras que en el off shore operan 3 plataformas con un total de 8 pozos que aportan 15 millones de metros cúbicos diarios. Fénix aportará un 8% extra a la producción nacional.
Offshore: se viene la perforación de pozos
Durante la primera fase de desarrollo, se perforarán tres pozos desde una plataforma de cabeza de pozo no tripulada instalada a 60 kilómetros de la costa, en 70 metros de profundidad del agua. La producción será evacuada a través de una línea multifásica submarina de 24” a la plataforma Vega Pleyade, ubicada a 35 kilómetros de distancia.
Un equipo técnico de TotalEnergies y el contratista SAIPEM estuvieron a cargo de la instalación de las dos líneas submarinas. Los tubos constan de una línea de 4”, de fabricación nacional, y la de 24”, fabricada en Grecia, ambas con una longitud de 35 km. El ducto submarino fue tendido con el barco Castorone, un artefacto naval de 323 metros de eslora considerado entre los más grandes del mundo y especialmente preparado para este tipo de maniobras.
El yacimiento de gas natural de Vega Pléyade está conectado a través de un gasoducto submarino de 77 kilómetros con las plantas de tratamiento onshore en Río Cullen, en Tierra del Fuego. En mayo de 2019 se finalizó la expansión de la planta de tratamiento de Cañadón Alfa. A esto se sumó la construcción de dos nuevos trenes de compresores de baja presión y un tercer ducto, que conecta la planta Río Cullen con la instalación de tratamiento y exportación de gas Cañadón Alfa. Con estas obras se apunta no solo a aumentar la producción del área CMA-1, sino también a optimizar el potencial de los yacimientos de gas offshore.
Con una intensidad de carbono de 9 kgCO2/boe, el Proyecto Fénix se beneficiará de las tecnologías para reducir la intensidad de carbono, como la instalación de parques eólicos y sistemas de recuperación de calor. La logística implicará, además, la reactivación de los puertos de Punta Quilla y Puerto Deseado en la provincia de Santa Cruz.
En una segunda etapa, el foco estará puesto en el equipo a cargo del transporte e instalación de la plataforma de producción que actualmente está siendo construida en el astillero de Rossetti Marino en el puerto italiano de Rávena. El traslado de la plataforma hasta Argentina y su posterior instalación estará a cargo de la empresa Heerema y de su buque Aegir.
Con una inversión de u$s700 millones, las tres compañías esperan iniciar la perforación de pozos en 2024. “Fénix es un proyecto de gas natural de gran envergadura, que aportará significativos volúmenes de gas natural durante más de 15 años al abastecimiento energético del país a largo plazo”, explicó Thilo Wieland, miembro del directorio de Wintershall Dea y responsable para América Latina.
(Fuente: Ambito Financiero)
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