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Chicos que Crecen

Vanesa Vargas Navarro: “Encontré mi pasión en la docencia”

Técnica Superior en Gestión Hotelera y firme voluntaria de la Biblioteca Popular Eduardo Schmidt, Vanesa pasó por la columna radial de Un Gran Día y relató sus pasiones.

Fue una de las egresadas de la primera camada que se abrió en la Tecnicatura de Gestión Hotelera en el CENT 35, luego de salir de una escuela contable como la Comercio 1.

Vanesa Vargas Navarro pasó por ((La 97)) Radio Fueguina y relató su paso por la educación pública riograndense, desde el Jardín 4 “Arcoíris”, luego por la Escuela 2, la Comercio 1 y finalmente el CENT 35 donde terminó de profesionalizarse.

Luego de egresar del secundario estaba entre seguir estudiando Administración de Empresas o Gestión Hotelera. Sin embargo, me llamó mucho la atención todo lo que tenía que ver con la cultora o idiomas, así que me decidí por esta última”, recordó.

Previamente Vanesa había pensado en irse de Río Grande, quizás a estudiar Periodismo Deportivo, “pero en ese tiempo no estaban las condiciones económicas y mis papás estaban un poco reacios a que se tenga que ir su primera hija”, señaló.

Por dicho motivo terminó estudiando en el CENT 35 donde terminó avocándose a la parte administrativa de la carrera de Gestión Hotelera, lo que la llevó a ejercer como docente en la parte de administración de contabilidad y ventas:

Si me hubiesen dicho que estudié para docente en su momento no lo hubiera creído porque no lo tuve presente, ahora puedo decir que encontré mi pasión en la docencia”, expresó alegremente y mencionó con entusiasmo los métodos didácticos que aplica a sus estudiantes para generar un mayor dinamismo en la Contabilidad.

Sin embargo, su pasión y arraigo en Río Grande no finaliza en su carrera, ya que hace más de 10 años es una férrea voluntaria y socia en la biblioteca popular Eduardo Schmidt, donde actualmente es parte de la comisión

En ese lugar encontré una familia, contención y un mundo mágico. El lugar, el espacio, los muebles, los libros, el olorcito a las hojas, es inmenso, una sensación que hasta eriza la piel de recordarlo”, finalizó mencionando Vanesa Navarro y bromeando que puede llegar a estar en la biblioteca casi tantas horas como en su trabajo.

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